Boda por Zoom y fiesta en el garaje en medio del confinamiento de Shanghái
Una pareja en Shanghái ha derribado los obstáculos del confinamiento y la burocracia para jurarse amor eterno, con una boda oficiada por Zoom desde Estados Unidos y con una fiesta en el garaje de su complejo residencial.
Con el "Coro Nupcial" sonando por los altavoces y un puñado de invitados respetando las normas de distanciamiento social, Janelle Nuyts desfiló con un inmaculado vestido blanco y mascarilla quirúrgica azul hacia el improvisado altar, seguida de un hombre en traje protector que desinfectaba el suelo.
Largas semanas de confinamiento han paralizado este centro económico de 25 millones de habitantes mientras China mantiene su estrategia de "cero covid" frente a la pandemia.
Pero la flexibilización de algunas medidas en semanas recientes ha permitido a algunos residentes salir de casa, aunque en la mayoría de casos dentro de los límites de sus complejos residenciales.
El novio Matthew Mitchener, de 35 años, tenía dudas sobre casarse durante el confinamiento, pero se desvanecieron el sábado al ver a la novia con su vestido nupcial y su barriguita de cinco meses de embarazo.
"Es todo un poco surrealista", dijo el australiano, rebosante de alegría.
Después de un mes encerrada en casa, la pareja se unió en matrimonio en una ceremonia oficiada en línea desde Estados Unidos, con amigos y familia como testigos virtuales, antes de asistir a una pequeña celebración en el estacionamiento de su edificio, donde fueron recibidos por vítores y arroz lanzado por sus vecinos.
Una prohibición vigente desde 2019 en China para las bodas entre extranjeros les impedía casarse ante un oficiante local y la opción de hacerlo en alguna de sus embajadas no estaba disponible por las medidas sanitarias.
La celebración en el garaje se decidió el día antes, cuando sus vecinos sugirieron hacer un pequeño banquete dado que la flexibilización de restricciones lo permitía.
"Las cosas se precipitaron", dice Mitchener. "La próxima cosa que sabíamos es que teníamos un vestido de boda enviado por una amiga, una tarta nupcial, un ramo de flores".
"Cuando me probé el vestido, todo cambió", añade la mujer de 33 años.
La pareja decidió en marzo casarse en línea tras descubrir que estaban esperando un bebé.
Pero el gran día "estuvo por encima de nuestras expectativas", asegura Nuyts. "Realmente no esperábamos que fuera tan romántico".
M.Aguado--ESF