Biden y Harris coordinan ayuda en zonas golpeadas por mortífero huracán Helene
El presidente Joe Biden y la vicepresidenta Kamala Harris fueron testigos el miércoles de la devastación que dejó el huracán Helene en Estados Unidos, con un saldo de que supera las 160 víctimas, mientras miles de socorristas se esfuerzan por asistir a millones de damnificados.
Biden viajó a los estados de Carolina del Norte y del Sur, mientras Harris estuvo en Georgia, un día después de que su rival electoral, el republicano Donald Trump, intentara convertir la gestión del desastre en munición de campaña.
La tormenta causó lluvias torrenciales, fuertes vientos e inundaciones que dejan al menos 162 muertos en seis estados del sureste de Estados Unidos.
En Carolina del Sur, Biden se encontró con equipos de rescate que le informaron sobre los inmensos esfuerzos en los que participan más de 10.000 funcionarios federales, socorristas y la Guardia Nacional.
Luego, el presidente sobrevoló en helicóptero la ciudad de Asheville, en Carolina del Norte, donde observó la destrucción: puentes caídos, lagos llenos de escombros, edificios derrumbados y carreteras arrasadas.
"Lo que ví rompe el corazón", escribió el mandatario en la red X. "Pero al volver a tierra vi a vecinos ayudando a otros vecinos, voluntarios y obreros trabajando juntos, la gente ayudándose unos a otros. Eso es Estados Unidos", alentó.
El secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas, que viajaba con el presidente, describió a Helene como una tormenta de "fuerza histórica" que provocó inundaciones calamitosas en ciudades y comunidades montañosas remotas.
"Tenemos pueblos que han desaparecido, literalmente", dijo. "Esta es una recuperación multimillonaria y de varios años".
- Pueblos aislados -
Harris, quien reemplazó a Biden como candidata demócrata para las elecciones del 5 de noviembre, viajó por separado al estado sureño de Georgia, también muy afectado.
Allí visitó un centro de operaciones en Augusta donde elogió el trabajo de los socorristas, antes de ir a un barrio que sufrió lo que llamó una "extraordinaria" destrucción.
Harris aseguró a los residentes de Georgia que el gobierno federal coordina con las autoridades locales para "brindar a la gente el apoyo y el alivio que tan desesperadamente necesitan y que con razón merecen".
Gestionamos "recursos locales, estatales y federales para satisfacer las necesidades de las personas que deben ser atendidas, que deben ser escuchadas", había dicho Harris más temprano.
La vicepresidenta y candidata demócrata a la Casa Blanca también ayudó a repartir alimentos a las familias afectadas en un refugio y recibió fuertes aplausos a su partida.
Carolina del Norte y Georgia son dos de los siete estados bisagra cruciales que probablemente decidirán el resultado de las elecciones estadounidenses. La votación anticipada ya comenzó en varios estados.
La Casa Blanca anunció el miércoles que Biden también viajará a Florida, donde la tormenta tocó tierra la semana pasada como huracán de categoría 4, y a Georgia el jueves.
Los diluvios provocados por Helene causaron una enorme devastación en la región de los Montes Apalaches, dejando ciudades y pueblos aislados.
En Tennessee estaba en curso una gran operación de búsqueda cerca del río Nolichucky, cuyo caudal alcanzó niveles récord.
"Todavía hay gente desaparecida", dijo el gobernador Bill Lee en una conferencia de prensa.
La catástrofe provocada por el huracán se produce mientras Biden y Harris capean una serie de crisis a apenas un mes de las elecciones, entre estas el empeoramiento de la situación en Oriente Medio, donde Irán disparó misiles contra Israel, después de que este último ampliara sus operaciones militares al Líbano.
Además, la Casa Blanca trata de resolver una huelga de trabajadores portuarios que amenaza la economía del país, un tema importante antes de las elecciones.
M.Rubio--ESF