La defensa del principal acusado de los atentados de París advierte contra una "pena de muerte social"
¿Salah Abdeslam es "irrecuperable"? La defensa del único miembro con vida de los comandos yihadistas que atentaron en París en noviembre de 2015 inició este viernes sus alegatos finales para intentar evitarle la cadena perpetua, "una pena de muerte social".
"La acusación les pidió neutralizar definitivamente a un enemigo, al pedirles que lo condenen a una pena de muerte social", aseguró su abogado Martin Vettes, para quien eso sería une pena digna de un "tribunal militar" que juzga "enemigos".
La Fiscalía Nacional Antiterrorista (Pnat) reclamó el 10 de junio para el francés de 32 años la mayor pena prevista en el Código Penal, la cadena perpetua sin libertad condicional, que vuelve casi imposible su eventual liberación.
Durante el juicio, Vettes recordó las palabras de su cliente de que "todo parece estar ya escrito" y urgió al tribunal de París que lo juzga a preguntarse si un día Abdeslam "podrá regresar a la sociedad o si está definitivamente perdido".
Más de seis años después de los peores atentados perpetrados en París desde la Segunda Guerra Mundial, este juicio fuera de lo común por su duración, sus más de 2.500 partes civiles y su carga emocional, llega a su fin, más de nueve meses después de su inicio.
Tras los alegatos de la defensa, previstos hasta el lunes, el miércoles se espera el veredicto sobre el atentado que dejó 130 muertos el 13 de noviembre de 2015 en el Stade de France, a las afueras de París, en bares de la capital y en la sala de conciertos Bataclan.
Europa enfrentaba entonces una serie de atentados yihadistas mientras una coalición internacional luchaba contra la organización Estado Islámico (EI) en Siria e Irak. Miles de sirios llegaban a su vez a suelo europeo huyendo de la guerra en su país.
El ministerio público justificó su petición de cadena perpetua por la "inmensa gravedad de los hechos" durante esa noche que dejó un reguero de sangre en París y la estrategia de "minimización" de los hechos por parte de Abdeslam.
"Este proceso no debe ser la continuación de la guerra contra el terrorismo por otros medios", respondió su letrado, que cargó contra una pena "desmesurada" y afirmó que las lágrimas de su cliente a mediados de abril cuando pidió perdón eran "sinceras".
La defensa de Abdeslam, que reconoció algunos viajes en Europa para recoger a comandos de regreso de Siria, el alquiler de vehículos y apartamentos, no tiene previsto pedir la absolución, sino insistir sobre su renuncia a atentar el día del ataque.
Las penas reclamadas contra los 20 acusados van desde los 5 años de prisión hasta la cadena perpetua sin libertad condicional para Abdeslam y dos ex altos cargos del grupo Estado Islámico, que se dan por muertos en la zona de Siria e Irak.
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S.Martinez--ESF