Un exprefecto ruandés, condenado en Francia a 20 años de cárcel en el caso de genocidio
Un tribunal francés condenó el martes a 20 años de prisión a un exprefecto ruandés por complicidad en el genocidio de la etnia tutsi en 1994, casi 30 años después de una de las peores tragedias del siglo XX.
Laurent Bucyibaruta, un ex alto funcionario de 78 años, fue declarado culpable como cómplice de genocidio y crímenes contra la humanidad por cuatro masacres, tras once horas de audiencia. El tribunal lo absolvió como autor de genocidio.
Bucyibaruta, el responsable ruandés de mayor alto rango juzgado en Francia, estaba bajo control judicial desde el inicio del juicio el 9 de mayo y pasará la noche en prisión. Tiene diez días para apelar la sentencia.
Al final del juicio, el ex alto funcionario, que vive en Francia desde 1997, insistió en que "nunca" había estado "del lado de los asesinos".
"Quiero decirles que nunca se me pasó por la cabeza dejarlos en manos de los asesinos", dijo, en un aparente mensaje a los supervivientes del genocidio.
La ONU calcula que unas 800.000 personas, mayoritariamente tutsis, murieron entre abril y julio de 1994 en el genocidio de Ruanda, perpetrado por el régimen hutu.
- Masacres -
La parte acusadora había pedido la cadena perpetua contra Bucyibaruta, al considerarlo cómplice de una masacre y autor de otras cuatro en Gikongoro, su prefectura.
Las matanzas empezaron poco después de que el presidente hutu Juvenal Habyarimana perdiera la vida en un atentado el 6 de abril de 1994.
En la prefectura de Gikongoro, como en otras partes de este país africano, las matanzas tuvieron lugar en escuelas e iglesias, donde la minoría tutsi y, en menor medida, hutus moderados esperaban hallar refugio.
El tribunal francés absolvió plenamente al exprefecto de los cargos de genocidio y crímenes contra la humanidad cometidos en la parroquia de Kibeho el 14 de abril de 1994, así como en las ejecuciones de prisioneros tutsis en la cárcel de Gikongoro.
Pero la justicia lo reconoció cómplice de genocidio y crímenes contra la humanidad en las masacres de la escuela técnica de Murambi y en las que se cometieron en las parroquias de Cyanika y Kaduha.
En el caso de Murambi, se le acusó de haber alentado a los civiles a refugiarse allí con promesas de seguridad y avituallamiento.
Pero el 21 de abril de 1994 hacia las 03H00 de la madrugada, militares, milicianos y civiles hutus mataron con machetes, granadas y fusiles a decenas de miles de tutsis presentes en esta escuela en construcción.
Algunos de ellos sobrevivieron al poder huir o escondidos entre los cadáveres. Las matanzas continuaron ese día en dos parroquias vecinas. El sitio es actualmente un memorial.
Bucyibaruta también fue condenado por complicidad en el caso de las ejecuciones de alumnos de la escuela Marie Merci de Kibeho el 7 de mayo de 1994 y en los crímenes cometidos durante las rondas de búsqueda de tutsis y en las barreras de carretera.
La justicia francesa ya condenó en el pasado a cadena perpetua a dos exalcaldes ruandeses en 2016, a 25 años de prisión a un excapitán del ejército en 2014 y a un antiguo chófer francorruandés a 14 años de cárcel en 2021.
Otra treintena de procedimientos vinculados al genocidio en Ruanda siguen abiertos en la sección crímenes contra la humanidad del tribunal de París.
C.Ferreira--ESF