El Siglo Futuro - La nueva vida de los edificios de la edad de oro industrial inglesa

Madrid -
La nueva vida de los edificios de la edad de oro industrial inglesa
La nueva vida de los edificios de la edad de oro industrial inglesa / Foto: © AFP

La nueva vida de los edificios de la edad de oro industrial inglesa

Fueron el centro del comercio mundial, antes de quedar progresivamente en ruinas con el declive de la industria británica. En la actualidad, muchas antiguas fábricas del norte de Inglaterra encuentran un nuevo esplendor, albergando eventos culturales y comercios.

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Inspirados por los grandes nombres del renacimiento italiano, como la familia Medicis, los propietarios de fábricas textiles de los siglos XVIII y XIX habían construido edificios monumentales concebidos para ser testigos "eternos" de su poder.

Utilizando la "piedra de York", variedad local de tonos dorados, invadieron el paisaje urbano del condado de West Yorkshire, en los alrededores de Leeds.

Pero cuando la industria textil entró progresivamente en declive tras la Segunda Guerra Mundial, y con ello el dinamismo económico de la región, muchos de estos símbolos de la herencia industrial británica quedaron en ruinas o fueron demolidos.

Otros edificios pudieron ser salvados y se han convertido en lugares culturales, albergando a artistas de renombre mundial como el pintor David Hockney o el cantante Sting.

- Galería de arte -

En ese apartado se puede incluir a Salts Mill, cerca de Bradford, la fábrica más grande de Europa cuando abrió sus puertas en 1853, o Piece Hall, en la ciudad vecina de Halifax.

En su máximo apogeo, 5.000 obreros trabajaban en Salts Mill, un inmenso edificio, pero pocos compradores se manifestaron cuando cerró en 1986.

El empresario originario de Bradford Jonathan Silver se decidió a comprar el edificio, con la idea de transformar el lugar en galería de arte, con ayuda de su amigo, el pintor mundialmente conocido David Hockney, también nacido en la zona.

"Se encontraba en ese momento en Bradford y pensó que el edificio era perfecto para instalar una galería Hockney", cuenta el hermano de Silver, Robin, que fue hasta hace poco director del lugar.

Jonathan Silver, fallecido en 1997, había evocado la idea con el pintor en una estancia en casa del artista en Estados Unidos. Hockney aceptó prestar algunas de sus telas, aunque encontró la idea "muy extraña", mientras miembros de la familia del empresario lo tomaron por "loco", recuerda su hermano.

La galería abrió un mes de noviembre. "Parecía una fábrica sombría, en un día de fuerte lluvia, niebla y viento frío. Nadie vino", cuenta Robin.

Pero el proyecto de transformar el lugar en una "empresa artística y cultural, que no existía en la época en el norte de Inglaterra", acabó cuajando.

La llegada de visitantes apasionados por la cultura, permitió a las empresas tomar consciencia del potencial de la región y de lo atractivo de tener edificios emblemáticos para acoger también comercios y restaurantes.

- "Mágico" -

Piece Hall, antigua y monumental fábrica de telas, en Halifax, donde una multitud de arcos recorren este vasto edificio cuadrado que data de 1779, siguió el mismo camino, transformándose en sala de conciertos, por la que han pasado el que fue cantante de Oasis, Noel Gallagher, Sting, New Order o Nile Rogers.

Convertida en un mercado tras el declive de la industria textil, y después en un lugar que albergó algunos eventos, fue salvada de la demolición en los años 1960 y de nuevo en la década de 1980, por un solo voto de diferencia en una decisión del gobierno local.

Tras una inversión para su renovación de 19 millones de libras (23 millones de dólares) y la idea de su directora Nicky Chance-Thompson de organizar conciertos desde 2018, el edificio ha recobrado su esplendor.

"Noel Gallagher afirmó que el edificio permitió que se diera su mejor concierto de aquella gira, y Nile Rogers dijo que había algo mágico en el lugar", recuerda la directora.

Igual que Salts Mill, el éxito de Place Hall como lugar cultural atrajo rápidamente a comerciantes, generando unas ganancias de seis veces las sumas invertidas, según un estudio independiente.

Aunque la organización de conciertos de rock parece algo muy alejado de la visión original de los fundadores de la fábrica, Nicky Chance-Thompson cree "que estarían satisfechos" por el hecho de "que hemos logrado conservar este edificio formidable".

A.García--ESF