Hongkoneses optan por hacer "picnic" para evitar aplicación de control de covid-19
Cuando Hong Kong hizo obligatorio el uso de una aplicación de registro para ingresar a restaurantes, Birdy y Bu, dos amigos desconfiadas del control gubernamental, optaron por salir a hacer picnic y evitar los locales de comida.
La idea tomó fuerza y su grupo privado en una red social creció de 50 personas en diciembre a más de 6.000 ahora.
Cada vez son más los ciudadanos que quieren evitar la aplicación gubernamental en una ciudad donde hay mucha desconfianza hacia las autoridades respaldadas por Pekín.
En lugar de escanear un código QR en restaurantes con la aplicación gubernamental "Salga de casa seguro", simplemente piden comida para llevar y buscan un sitio para comer con amigos.
"No me gusta que me obliguen", comentó Birdy a AFP durante un picnic el fin de semana con Bu y otras amistades en un pequeño parque, con su comida y bebidas dispuestas sobre un mantel.
Birdy y Bu, quienes no quisieron revelar sus nombres completos por motivos de seguridad, bautizaron su grupo de picnic como "Salga de Casa a lo Silvestre".
Hong Kong tiene un bajo nivel de contagio de covid-19 gracias a sus controles fronterizos y requerimientos de distanciamiento social, entre los más estrictos del mundo.
En diciembre el gobierno hizo obligatorio que todos los adultos de menos de 65 años registren su presencia en sitios públicos como comedores, cines y gimnasios, con la aplicación oficial.
Aplicaciones similares se usan en otros países, pero en Hong Kong, la aceptación de la tecnología está ligada a la relación del público con las autoridades.
"Estoy muy frustrado", escribió un usuario en el grupo de picnic. "Pero nunca voy a escanear ese código para comer en un restaurante".
- Aplicación problemática -
Hong Kong vive un clima de represión a la disidencia, en momentos que China intenta moldear a la ciudad a su propia imagen autoritaria, tras las grades y a veces violentas protestas prodemocracia de 2019.
Con ello erradicó las protestas, pero la confianza del público en el gobierno cayó a niveles históricos, complicando la lucha contra la pandemia.
La desconfianza es uno de los factores a los que se atribuye el bajo nivel de vacunación anticovid, dado que muchos no se han inoculado como una muestra de rechazo al gobierno.
Eso ha impactado también a la aplicación del covid por temores sobre el uso de la información recogida, pese a que las autoridades han dado garantías sobre la seguridad de los datos.
A algunos les preocupa cómo la aplicación se vincula con un intrusivo sistema de seguimiento en China.
"Pienso que la aplicación es problemática, especialmente dadas las circunstancias políticas actuales en Hong Kong", comentó el especialista en protección datos Kwong Chung-ching.
"El código fuente... nunca estuvo abierto para nosotros así que no hay manera de que la gente revise a dónde van sus datos y cómo opera", agregó.
La aplicación guarda información ligada a números de teléfono, no a los nombres, y no traza la ubicación del usuario, sino que depende del uso del código QR para saber dónde ha estado.
La aplicación informa a los usuarios sin han estado en un sitio donde se detectó el virus.
Sin embargo, esos registros pueden ser compartidos con las autoridades chinas cuando la gente usa un código sanitario hongkonés para viajar a ese país.
Ese código requiere nombres reales, números telefónicos, número de identidad y dirección residencial.
- Sin llamar la atención -
Pese a las preocupaciones por la privacidad, Hong Kong ha insistido en la aplicación.
En enero anunció que el mecanismo serviría también como pase de vacunación, al incluir el registro de inoculación que será exigido para ingresar a varios sitios públicos.
Incumplir con su uso puede conllevar multas de hasta 5.000 dólares hongkoneses (640 dólares) para los clientes, mientras que los propietarios pueden ir a prisión por seis meses con una multa máxima de 50.000 dólares hongkoneses.
Quienes no usan la aplicación quieren evitar ser etiquetados de "resistencia".
En lugar de enfrentar a las autoridades, el cofundador Bu dijo que más bien evitan llamar la atención. La primera regla del grupo es no urgir a otros a boicotear la aplicación.
Al volverse requisito en cada vez más lugares, no está claro cuánto tiempo más podrán seguir sin usar la aplicación.
Dominic y Bu dijeron que compraron teléfonos separados solo para la aplicación.
Pero Birdy insiste en que ella lo evitará mientras pueda, lo cual significa que no podrá asistir a la fiesta de boda de su mejor amiga.
M.Vargas--ESF