Croacia, una 'aldea' adicta a la supervivencia amenaza al imperio brasileño
"A lo mejor está escrito en el cielo que Croacia tiene que ganar siempre así", resumió a la perfección Dejan Lovren. Sin contar la final perdida del pasado Mundial, Croacia ha superado sus cuatro últimas eliminatorias del torneo a través de una prórroga. Su resiliencia amenaza en cuartos al imperio brasileño.
Las últimas siete eliminatorias que ha disputado Croacia en una Eurocopa o en un Mundial se han ido a la prórroga.
Mejor le han ido las cosas en la gran competición, donde ha salido ganadora en las cuatro ocasiones (Japón en 2022; Dinamarca, Rusia e Inglaterra en 2018), sin contar la final ante Francia).
En el torneo continental, las tres se han saldado con una eliminación: ante Turquía en cuartos de 2008, Portugal en octavos de 2016 y España en octavos de 2020.
- 'Sin sufrimiento no hay recompensa' -
"Necesitamos sufrir, sin sufrimiento no hay recompensa. Hemos mostrado al mundo que 2018 no fue una cuestión de suerte. Hemos probado que somos muy fuertes", añadió el central Lovren tras derrotar el lunes a Japón en los penales (3-1 tras 1-1), un partido en el que fue el autor del pase medido a la cabeza de Ivan Perisic que supuso el empate.
El arte de sobrevivir se ha convertido en la seña de identidad del equipo croata. En los tres cruces que la llevaron a la final de Rusia-2018 empezó por debajo en el marcador, como ocurrió el lunes ante Japón.
Competir hasta el final, exprimir sus recursos y adaptarse a todo tipo de situaciones son claves en el libreto del grupo dirigido por Zlatko Dalic.
"Los jugadores no dan un paso atrás, reflejan el espíritu del pueblo croata. Hemos superado mucho dolor. Nunca subestimes a un croata, cuando lo hagas lo lamentarás, vamos hasta el final", dijo el técnico el lunes tras la victoria.
Si en los octavos de Rusia-2018 fue el arquero Daniel Subasic el que paró tres penales, el lunes le tocó a su heredero Dominik Livakovic vestirse de héroe, parando tres lanzamientos japoneses.
En Catar sobreviven ocho jugadores que ya estuvieron en la epopeya rusa. Por encima de todos, el Balón de Oro de aquel año, un Luka Modric que a los 37 años sigue llevando la batuta del juego, acompañado de Marcelo Brozovic y Mateo Kovacic.
Despedido con una gran ovación por parte de las dos aficiones cuando fue retirado en la prórroga ante Japón, Modric reconoció el cansancio para explicar su cambio, además de tener una tarjeta amarilla, por lo que corría el riesgo de ver una segunda y ser suspendido.
- 'Un milagro' de cuatro millones de habitantes -
"Somos cuatro millones de croatas, lo que hemos hecho en los últimos años es un milagro", recordaba Dalic en la víspera de enfrentarse a Japón.
"Tenemos que ser muy inteligentes en nuestro planteamiento. No podemos abrirnos demasiado contra Brasil, pero tampoco debemos encerrarnos", añadió.
El lunes, entre el festín ante Corea del Sur (4-1), los bailes y el homenaje al hospitalizado Pelé, pocos en el equipo brasileño se acordaron de que en cuatro días llega el rocoso grupo croata.
Una excepción fue el lateral Danilo: "Es un equipo con jugadores muy fuertes. Modric no necesita comentarios, pero también tienen a Brozovic, Perisic y Kovacic. Están acostumbrados a los grandes partidos. Tenemos que prepararnos de la mejor forma".
D.Serrano--ESF