Nietos y bisnietos de franceses en Argentina, con la Albiceleste hasta el fin
Fueron en los siglos XIX y XX una de las migraciones que más influyó a Argentina y creó un "vínculo especial" con Francia. Pero ante la final del Mundial este domingo, nietos y bisnietos de franceses lo tienen muy claro: con la Albiceleste hasta el fin.
Nunca fueron tan numerosos como los españoles o los italianos, que llegaron masivamente. Ni tuvieron tantos emprendimientos y negocios como los británicos -que trajeron el fútbol-, pero los 230.000 franceses que se instalaron en Argentina a partir de la segunda mitad del siglo XIX marcaron al país, asegura a la AFP el historiador Hernán Otero.
En las artes, en la arquitectura de Buenos Aires, en el "modelo cultural francés" de educación pública, en la vitivinicultura, en la gastronomía quedó la marca. La relación especial de los dos países se alimentó con sus "exiliados mutuos y famosos", artistas y escritores, sin olvidar la acogida que Francia dio a numerosos argentinos perseguidos por la dictadura a fines de los años 1970.
Gaetano Parrello, profesor en la Alianza Francesa de Buenos Aires, tenía 34 años en 1998, cuando Francia logró su primera Copa del Mundo. Recuerda que fue a celebrar al Obelisco la victoria de los Bleus frente a Brasil, el rival histórico de Argentina. Pero esta vez no será igual.
- Giroud, Mbappé, emociones encontradas -
"Me gusta (Olivier) Giroud, (Kylian) Mbappé y sí, tengo emociones encontradas. Si no estuviera jugando Argentina estaría 100% alentando a Francia. Pero voy a ir por Argentina, por supuesto", dice a la AFP Julieta Riveros, una especialista en comercio internacional que estudia francés desde hace unos meses, cuando descubrió que tenía una bisabuela francesa.
Más abierta y más cercana lingüísticamente que otras comunidades, la migración francesa -de los Pirineos, Saboya, Alsacia o Correze- se integró o se "argentinizó" más rápidamente que otras. Y un recuerdo lejano, incluso la reminiscencia de un sabor, no le cambia nada a la lealtad futbolística, sobre la que no se discute.
En Pigüé, en plena pampa a unos 550 kms de Buenos Aires, se prepara una omelette gigante una vez por año, y también se puede comer aligot. En esta localidad de 17.000 habitantes que fundaron 40 familias de Aveyron en 1884, el triunfo de los Bleus en 2018, pese a que no se celebró en las calles, sí fue saludado con banderas francesas en las ventanas, evoca Yamil Sevenants, de 54 años y durante un tiempo delegado de la hermandad entre los dos pueblos.
"Nosotros siempre decimos: Tenemos raíces francesas, nos enorgullecemos de lo que hicieron nuestros ancestros de venir y fundar un pueblo como éste. Pero sentimos que somos argentinos. Vamos a alentar desde el afecto a Argentina" explica a la AFP este bisnieto de una pareja llegada de Decazeville y Bozouls.
"Tenemos la plena confianza de que tenemos un excelente equipo y de que vamos a ganar la Copa el domingo. Todos los argentinos tenemos muchas ganas de que esta vez nos toque a nosotros", insiste.
- Francofilia -
Más allá de estos primos lejanos, Francia le habla también a un "público joven, a una generación que no necesariamente tiene lazos directos con Francia", señala Pascal Casanova, director de la Alianza Francesa y quien percibe a los argentinos como "francófilos en su conjunto". "Esperemos que ese sentimiento persista", dice.
Una idea que comparte Hernán Otero. "Argentina está muy vinculada a la herencia francesa. Históricamente fue muy francofila", afirma.
La cercanía a veces resulta sorprendente: como la hipótesis de que las rayas blancas y celestes de los pantalones del personaje de historieta Obelix hayan estado inspiradas en el uniforme del Racing de Avellaneda, el club del que era fanático René Goscinny, quien vivió en Argentina entre 1928 y 1945.
Pero quienes tendrán el mayor dilema el domingo serán los franco-argentinos de primera generación. Yannis Buchot, quien vive en Buenos Aires desde hace 20 años y es gerente de un bar bohemio que transmite los partidos del Mundial, sostiene que en Francia están a "años luz de entender lo que pasa aquí. Esto es fútbol, fútbol y fútbol".
Casado con una argentina, Yannis tiene una hija de 15 años que se siente totalmente argentina y un chico de 18 fanático del Olympique Marseille. "Él se siente quizás 51%, o 50,01% pro-Francia y el resto a favor de Argentina. O puede ser que me mienta un poco. Pero supongo que el domingo estará contento cualquiera que sea el resultado", dice sobre su hijo.
L.Balcazar--ESF