El Siglo Futuro - Nadal, como "en casa" en "la catedral de la tierra batida"

Madrid -
Nadal, como "en casa" en "la catedral de la tierra batida"
Nadal, como "en casa" en "la catedral de la tierra batida" / Foto: © AFP

Nadal, como "en casa" en "la catedral de la tierra batida"

Su estatua en acero inoxidable representando su característico 'drive', situada a la entrada del estadio parisino desde hace un año, es la expresión del vínculo indisociable que ha tejido Rafa Nadal con Roland Garros a lo largo de sus 14 títulos desde su estreno con 19 años.

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"Aquí me siento en casa", resumía el campeón español en una entrevista con la AFP antes de la edición de 2021. "Cuando llego siento una alegría especial".

Con 14 coronas en 18 participaciones, sólo tres partidos perdidos en 115 jugados, lo que supone un 97% de éxito, la hegemonía de Nadal en Roland Garros no tiene igual. La imagen del zurdo mallorquín de 36 años mordiendo la 'Copa de los Mosqueteros' es un clásico de estas fechas.

Y eso que al inicio de la loca aventura parisina de Rafa hubo una bronca.

Regresamos a 2005. Melena, pantalón pirata y camiseta sin mangas exhibiendo sus poderosos bíceps, el joven español, que cumpliría 19 años durante la quincena, juega por vez primera el Grand Slam sobre tierra batida.

En octavos se enfrenta al francés Sébastien Grosjean. Un desacuerdo entre el N.1 local en la época por la negativa del árbitro a bajar de su silla para verificar el bote de una bola encolerizan a la pista Central. Durante 9 minutos pitidos y abucheos desde las tribunas fuerzan a interrumpir el partido.

"Recuerdo ese partido. No se podía jugar en un momento dado", recordaba aún en marzo.

- "Una historia de amor" -

Desde entonces, la historia de amor de Nadal y Roland Garros fue otra, como refleja la larga ovación que recibió en la noche del martes al miércoles, pasada la una de la mañana, al término de su sufrida victoria ante Novak Djokovic en cuartos de final.

"Tengo recuerdos increíbles para toda la vida. No voy a contarlos todos, sería demasiado largo. Pero desde la primera vez que vine aquí es una historia de amor con este torneo", describía luego de su undécimo título en 2018. "Pero no sólo ligado a mis victorias, sino también a toda la gente que trabaja para este torneo. Aprecio verlos todos los días. Me siento muy cercano a ellos. Como uno más".

Entrevista tras entrevista, Nadal repite incansablemente: Roland Garros es "el torneo más importante de la temporada". El que, cada año, marca lo exitoso del curso.

Aunque el torneo que él califica como la "catedral de la tierra batida", es en el que "antes y durante está más nervioso" y en el que siente "más presión".

Pero en cada triunfo "eso quiere decir que pase lo que pase el resto de la temporada será exitosa y me siento algo más tranquilo. Si gano otros torneos eso cuenta también. Pero todo se resume en ganar el título en Roland Garros, sea el octavo, el décimo o el undécimo. Mi motivación, mi placer, es ganar Roland Garros. Es lo que me hace realmente feliz".

- "Sensación única" -

¿Su lugar preferido de la Porte d'Auteuil?

"Me gusta el vestuario, los momentos que pasamos allí antes y después de los partidos", responde a la AFP. "La preparación, la concentración, la ducha. Allí me siento bien, lo conozco bien. Eso me tranquiliza, verme antes de los partidos en los lugares en los que he estado tantas veces. Cuando se entra en la pista Central es una sensación única".

"Lo que es indiscutible es que hay una cosa especial entre él y la Central. Ha ganado 13 veces en esa pista (14 con la de este domingo), pasó por momentos complicados, por triunfos (...) Cuando regresa a este terreno es como si esta tierra le curase, le regenerase", admira el exjugador suizo Marc Rosset en las páginas del periódico L'Équipe.

"Todo lo que me pasó en ese torneo es mágico", confesaba Nadal una vez la 'décima' conquistada en 2017.

"No sé si alguien algún día lo hará mejor que yo. Es verdad que no hay precedentes. Estoy muy feliz de haber sido yo el que lo ha conseguido".

M.F.Ortiz--ESF