Los Juegos de la Commonwealth se resisten a desaparecer
Los Juegos de la Commonwealth, un legado del antiguo imperio británico, se disputan en Birmingham (Reino Unido) hasta el 9 de agosto y se apoyan en los países pequeños y los deportes atípicos para seguir existiendo, a la sombra de los Juegos Olímpicos y de otras grandes citas.
El evento no lo tiene fácil en esta ocasión, un año después de los Juegos Olímpicos de Tokio y menos de una semana después del final del Mundial de atletismo: desde hace unos días, las bajas se multiplican para los Juegos de la Commonwealth, organizados cada cuatro años y que reúnen en esta ocasión a 5.000 deportistas que representan a 72 naciones y territorios, la mayoría excolonias británicas.
La última renuncia de peso fue la de la australiana Kelsey-Lee Barber, recién proclamada campeona mundial de lanzamiento de jabalina. La medallista de bronce olímpica se une a la lista de grandes ausentes en el atletismo, junto a André De Grasse, Kirani James, Neeraj Chopra o Dina Asher-Smith, entre otros.
En breve podrían sumarse otras bajas, ya que hay dudas sobre la participación del trío de oro del esprint jamaicano femenino: Shelly-Ann Fraser-Pryce, Shericka Jackson y Elaine Thompson-Herah.
Las bajas se ven en parte mitigadas por la presencia de grandes nombres como los nadadores Emma McKeon, Ariarne Titmus, Kaylee McKeown o Adam Peaty, o los ciclistas Geraint Thomas y Mark Cavendish.
Su presencia ayuda en el debate sobre la razón de ser de este tipo de Juegos 'regionales', que como ocurre con los Juegos del Mediterráneo o los Juegos de la Francofonía, son percibidos a menudo como una reliquia. La primera edición de los Juegos de la Commonwealth se remonta a 1930 y su encaje no siempre es sencillo en un calendario deportivo internacional ya sobrecargado de citas.
- Mil millones de libras -
"Estos otros Juegos no son los Juegos Olímpicos, pero tienden a tratar de imitarlos en apariencia, en sensación y en impacto. Simplemente, no resulta posible ni creíble", explica a la AFP Terrence Burns, exdirectivo del Comité Olímpico Internacional (COI).
"Creo que un evento que aspira a ser mundial pero que, por definición, limita su base de participación a un conjunto limitado de naciones y territorios, se enfrenta al reto de suscitar el interés de los aficionados a escala mundial, así como el de la ciudad anfitriona", añade. "El potencial de ingresos por marketing y patrocinios es limitado", estima.
Para Birmingham, una ciudad que aspiró en su día sin éxito a albergar los Juegos Olímpicos de 1992, y su región, acoger la competición tiene su importancia económica, con ingresos globales estimados en mil millones de libras (1.200 millones de euros, 1.222 millones de dólares).
Para Terrence Burns, los Juegos de la Commonwealth deben buscar su propio nicho para "construir (...) su identidad".
- Bowls, lacrosse y kabbadi -
Entre las propuestas, el programa cuenta con dos deportes obligatorios -natación y atletismo-. El resto de pruebas se deja a la elección de las ciudades anfitrionas.
¿Con qué objetivo? Atraer a un público más amplio y reforzar la particularidad de los Juegos de la Commonwealth, que dan espacio y protagonismo a varios deportes no olímpicos, como el squash, el netball y los 'bowls' (la versión británica de la petanca).
Este año, por primera vez, estará en el programa el cricket femenino.
Otros disciplinas confidenciales pero especialmente populares en algunas regiones del mundo, como el lacrosse en Canadá o el kabbadi en la India, pueden ser incluidas de manera eventual.
"Creo que sería una situación en la que todos ganan, ya que abriría entonces los Juegos de la Commonwealth a otros países más pequeños y, para mí, esa es la vía a seguir", estimaba en 2021 la presidenta de la Federación de los Juegos de la Commonwealth (CGF), Dame Louise Martin.
El otro interés de la competición es permitir destacar a naciones pequeñas en el deporte mundial, algo que no está a su alcance en otros grandes eventos, estima Michael Payne, exresponsable de marketing del COI.
"Para muchos, es su único momento en la escena deportiva mundial con una oportunidad para brillar (...) En los Juegos Olímpicos no tienen ninguna opción de medalla", subraya.
A.Abascal--ESF