Irán logra un emotivo triunfo ante Gales y la deja al borde del precipicio
Con dos goles en el tiempo de descuento, Irán logró un emocionante triunfo el viernes 2-0 ante Gales y la obligó a buscar una complicada clasificación a octavos de Catar-2022 en un último duelo fratricida con la vecina Inglaterra.
Gales, que había sufrido la expulsión del arquero Wayne Hennessey en el minuto 87, se salvó primero en dos tiros a los palos pero acabó sucumbiendo con goles de Roozbeh Cheshmi en el minuto 90+8 y de Ramin Rezaeian en el 90+11, que desataron la euforia de la abundante afición iraní en el estadio Ahmad Bin Ali de Doha (45.000 espectadores).
Irán, que hubiera sido eliminada en caso de derrota, suma ahora tres puntos en el Grupo D, los mismos que la líder Inglaterra, y se jugará el pase en la última jornada ante Estados Unidos, que tiene una unidad al igual que Gales.
Inglaterra y Estados Unidos chocarán el viernes a las 19H00 GMT en el cierre de la segunda jornada del grupo.
El equipo de Gareth Bale, tan gris como el resto de sus compañeros el viernes, está obligada a vencer en la última jornada a Inglaterra para aspirar a su primera clasificación a unos octavos de un Mundial, donde no competía desde 1958.
"Estamos destrozados. No hay otra forma de decirlo", declaró Gareth Bale a la BBC. "Hemos luchado hasta el último segundo. Es una de esas cosas que es difícil de asumir, pero tenemos que recuperarnos y volver a intentarlo".
Los prolegómenos del choque estuvieron centrados en el comportamiento de los jugadores iraníes durante el himno nacional, que se negaron a cantar en el debut en un gesto interpretado como protesta ante la dura represión de las actuales manifestaciones en su país.
El viernes, los futbolistas sí cantaron el himno mientras se escuchaban de nuevo silbidos desde las gradas ocupadas por su afición, donde algunos seguidores lo escuchaban en lágrimas.
- "Hemos vuelto al fútbol" -
La participación iraní en este Mundial está rodeada de las insólitas protestas que se viven desde hace semanas en su país, desatadas a raíz de la muerte de la joven Mahsa Amini cuando estaba bajo custodia policial por una supuesta infracción del código de vestimenta de las mujeres.
Los jugadores y técnicos de Irán, incluido su seleccionador Carlos Queiroz, se abrazaron sobre el terreno de juego tras la victoria aclamados por sus aficionados.
"Gracias a nuestra afición, nos han ayudado en todo momento", dijo el delantero Mehdi Taremi. "Necesitamos que esos hinchas nos apoyen como siempre (...) Incluso quienes están en Irán frente al televisor, necesitamos su energía positiva".
"Tenemos un sueño y queremos darle una oportunidad a ese sueño", afirmó.
"Creo que ha sido un día maravilloso para nosotros", coincidió el portugués Queiroz. "Hemos vuelto al fútbol y no tengo palabras para dar las gracias a nuestros jugadores. Se merecen toda la atención y el respeto", añadió.
Un fotógrafo de la AFP constató como a varios aficionados vestidos con los colores iraníes se les confiscaba una bandera con la inscripción "Mujer Vida Libertad", consigna de las protestas.
Cuando comenzó a rodar el balón, la actitud del 'Team Melli' fue radicalmente distinta a la del choque previo ante Inglaterra, en el que fueron avasallados 6-2.
Irán salió a morder a un rival con muchos menos argumentos futbolísticos que la escuadra de Gareth Southgate, al que no dudó en frenar con duras entradas cuando lo consideró necesario.
Gales estuvo otra vez atascada en la circulación como en su empate 1-1 inicial ante Estados Unidos sin que el veterano Aaron Ramsey, su mediocampista más cualificado, encontrara caminos para activar al solitario Bale.
- Una fiesta final -
Hennessey vio la primera tarjeta roja del Mundial en el minuto 87 por una violenta entrada cuando salió lejos de su área a buscar a un balón largo al que llegó primero Taremi.
Ante el asedio iraní, los aficionados galeses, superados todo el juego en decibelios por los iraníes, no podían ni siquiera encomendarse a su salvador Gareth Bale.
El ex jugador del Real Madrid, autor del empate ante Estados Unidos, no tuvo ninguna opción de marcar y fue Irán el que derribó el muro galés en el minuto 90+8 con un potente disparo de fuera del área de Rouzbeh Cheshmi que el arquero Danny Ward solo alcanzó a tocar con los dedos.
Con la fiesta instalada en las gradas la defensa galesa permitió que Ramin Rezaeian se plantara frente Danny Ward y anotara el 2-0 definitivo, en la primera victoria iraní frente a una selección europea en un Mundial.
C.M.Diaz--ESF