El Siglo Futuro - Crisis económica de Egipto golpea a los pobres y asfixia a la clase media

Madrid -
Crisis económica de Egipto golpea a los pobres y asfixia a la clase media
Crisis económica de Egipto golpea a los pobres y asfixia a la clase media / Foto: © AFP

Crisis económica de Egipto golpea a los pobres y asfixia a la clase media

La devaluación de la moneda y la alta inflación golpean duramente a los pobres de Egipto y dejan a la clase media al borde del abismo.

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"Es como si nos hubiera golpeado un terremoto, de repente tienes que privarte de todo", comentó a la AFP Manar, de 38 años y madre de dos hijos, quien pidió ser identificada solo por su nombre de pila.

La crisis económica redujo la vida de la gente "a saber cuánto cuestan el pan y los huevos", agregó.

La libra egipcia perdió la mitad de su valor frente al dólar desde marzo, tras una devaluación exigida como parte de un acuerdo crediticio por 3.000 millones de dólares con el Fondo Monetario Internacional.

La tasa principal de inflación del país alcanzó 21,9% en diciembre y los precios de los alimentos se dispararon a 37,9%.

La inflación real de Egipto es de 101%, sostiene por su lado Steve Hanke, un economista de la Universidad Johns Hopkins que mide la inflación en base a la paridad del poder de compra y las tasas de cambio en el mercado negro.

La economía, dominada por empresas estatales y militares, sufrió numerosos golpes en los últimos años debido a la inestabilidad política y a la pandemia de covid-19.

Pero el golpe más doloroso fue la invasión de Rusia a Ucrania, dos países exportadores de trigo y grandes fuentes de turismo en Egipto.

La guerra también puso nerviosos a los inversionistas mundiales que retiraron miles de millones de dólares del país norteafricano.

Según el Banco Mundial, casi un tercio de los 104 millones de habitantes de Egipto viven en la pobreza y una cantidad similar es "vulnerable a caer en la pobreza".

- "Disciplina militar" -

Una traductora de 41 años, madre de un niño y que pidió no ser identificada detalla las dificultades.

El salario de su esposo "perdió 40% de su valor en seis meses", y teme por gastos "como hipotecas, pagos del coche y matrículas", dice.

La nueva realidad llevó a familias que eran consideradas de clase media a buscar ayuda.

Ahmed Hesham, de la organización de asistencia social Abwab El Kheir, dijo que cada vez más egipcios de clase media llegan en busca de donaciones.

"Mucha gente tenía ahorros de vida que mantenían de lado (...) Ahora los usan para su atención en salud o gastos diarios", dijo Hesham a AFP.

"Antes ganaban bien, ahora no logran salir adelante. Nunca antes han estado en esta situación y les mortifica pedirnos ayuda", agregó.

- Fuga de cerebros -

Pese a las grandes desigualdades, se calcula que la clase media egipcia incluye a decenas de millones de personas.

Según Soha Abdelaty, subdirectora del proyecto de investigación Soluciones Políticas Alternativas, de la Universidad Americana de El Cairo, "es difícil definir qué es la clase media".

"La preocupación es que quienes no están cerca de la línea de pobreza (...) se acerquen más y más", agregó.

"Hay gente que ya no tiene cómo ganarse la vida, pero no son elegibles para asistencia social del gobierno", indicó.

Para los egipcios diplomados "la única solución es conseguir empleo en el exterior, no veo otra salida", dijo la traductora.

Los egipcios radicados en el exterior enviaron remesas por 31.900 millones de dólares en el año fiscal 2021-2022.

Muchas familias que no pueden irse, como la de Manar, confían en encontrar oportunidades futuras en la educación.

Las familias que pueden pagarlo recurren a escuelas privadas, dado que las escuelas públicas de Egipto tienen aulas sobrepobladas y programas desactualizados.

"Las escuelas son un desastre", afirmó Manar, y las familias deben pagar de 20.000 a 40.000 libras (675 a 1.350 dólares) anuales por la enseñanza básica privada.

"Tienes que estar dispuesto a vender todo lo que tienes para educar a tus hijos, esperando que mañana las cosas mejoren para ellos", dijo.

Sin embargo, dijo, "el problema es que no sabemos si esto va a empeorar más".

L.Cabrera--ESF