Candidata de Biden a Corte Suprema rechaza acusaciones de laxismo con pedófilos
La candidata del presidente Joe Biden para la Corte Suprema de Estados Unidos, la jueza negra Ketanji Brown Jackson, se defendió enérgicamente este martes de quienes cuestionan sus sentencias en casos de pornografía infantil, al ser interrogada por senadores.
Tras varias horas de audiencia en la comisión judicial del Senado, el republicano Ted Cruz la acusó de haber "militado a favor de los depredadores sexuales" a lo largo de su carrera.
El senador de Texas aseguró que Jackson, como juez federal, había "pronunciado penas inferiores a las requeridas en 100% de los casos de pedopornografía" que le fueron sometidos.
"Como madre estos asuntos me horrorizaron" y "aún me dan pesadillas a veces", replicó Jackson, dejando ver por primera vez su emoción. "Los traté siempre muy seriamente, como todos los otros crímenes que me fueron sometidos".
- Confrontación -
El senador Josh Hawley volvió a la carga un poco más tarde, al insistir ampliamente sobre su decisión de condenar a tres meses de prisión a un hombre arrestado con imágenes pornográficas en su posesión, mientras los fiscales reclamaban al menos dos años de cárcel.
Apenas salía de un liceo y otros elementos del expediente eran específicos, justificó la magistrada.
"Si miraran más ampliamente los cientos de decisiones que tomé, y las de otros jueces (...), verían que tratamos de tomar en cuenta el conjunto de factores pertinentes para hacer justicia de manera individualizada", agregó.
En su defensa, varios representantes demócratas recordaron que a nivel nacional, 70% de las penas pronunciadas en los asuntos de pedopornografía son inferiores a los estándares fijados por el Congreso.
Esta confrontación en un audiencia relativamente tranquila no debería hacer peligrar la candidatura de la jueza.
Nominada por Biden, la jurista de 51 años debería obtener luz verde del Senado a principios de abril para convertirse en la primera mujer negra del tribunal superior estadounidense.
- "Teoría de la raza" -
Según una encuesta de Politico-Morning, el 47% de los estadounidenses quiere que sea confirmada en el cargo y solo el 19% se opone.
Un arribo de Jackson en reemplazo del progresista Stephen Breyer, no cambiará el equilibrio dentro del alto tribunal, donde los conservadores mantendrá una mayoría de seis sobre nueve.
Por todas estas razones, los republicanos no tienen intención de esforzarse demasiado en tumbar su candidatura. Pero, cuando solo faltan siete meses para las elecciones de medio mandato, utilizan las audiencias con Jackson para sacar a relucir temas de campaña, como el aumento de la delincuencia que atribuyen a la debilidad del gobierno demócrata.
Más allá de su ataque sobre la pedofilia, el senador Cruz también dio a entender que la jueza Jackson respaldaría la "teoría crítica de la raza". Para los conservadores, esta teoría que sería enseñada en la escuela obliga a los niños blancos a verse como opresores y a los negros como víctimas.
"Es una teoría académica que analiza el racismo a nivel institucional" y "entiendo que aún no se enseña más que en facultades de derecho", respondió la jurista. "Pero nunca la estudié ni usé en mi trabajo como jueza y no lo haré si soy confirmada a la Suprema Corte".
- Izquierdistas -
Otros congresistas republicanos le reprocharon haber defendido a detenidos de Guantánamo o a criminales cuando era abogada de oficio en Washington entre 2005 y 2007.
Ella por su parte recordó, con voz tranquila, que no elegía a sus clientes y "no aprobaba" sus acciones. Pero en Estados Unidos cualquier acusado tiene derecho a un abogado. E insistió: "Esto es lo que hace nuestra grandeza" y esta experiencia fue "beneficiosa" para su labor como jueza federal a partir de 2013.
"Como alguien que ha tenido familiares en la línea de fuego me preocupo profundamente por la seguridad pública", subrayó, recordando que su hermano y dos de sus tíos son o fueron policías.
El senador republicano Lindsey Graham dijo que le preocupaba que varias "asociaciones izquierdistas" apoyen su candidatura y le preguntó si era "militante".
"No", respondió ella, y recalcó que no permite que sus "puntos de vista personales y preferencias" influyan a la hora de tomar decisiones.
En temas políticos, de acuerdo con la costumbre, se mostró evasiva.
No quiso hacer comentarios sobre los llamados, realizados por varios congresistas y asociaciones de izquierda, para crear nuevos puestos en la Corte Suprema con el fin de mermar la influencia de los magistrados conservadores. "En mi opinión, los jueces no deben hablar de política", zanjó.
A.Pérez--ESF