El aeropuerto de Nueva Caledonia permanecerá cerrado por los disturbios en ese territorio francés
El aeropuerto internacional de Nueva Caledonia permanecerá cerrado para los vuelos comerciales al menos hasta el martes por los disturbios mortales en este territorio francés en el océano Pacífico, anunció el viernes un responsable de la infraestructura.
El estallido violento, que provocó la muerte de cuatro civiles y dos gendarmes, llevó al presidente francés, Emmanuel Macron, a desplazarse la víspera a este archipiélago situado a unos 17.000 kilómetros de París.
"Decidí venir porque nunca hay que dejar que se instale la violencia", dijo Macron en una entrevista durante esta visita a la cadena pública Nouvelle-Calédonie La 1ère emitida el viernes.
En ella justificó el dispositivo de seguridad desplegado, con 3.000 efectivos de refuerzo enviados por París, por "la necesidad de volver a la calma" porque "esto no es el salvaje Oeste".
Los disturbios estallaron el 13 de mayo por la oposición de los pobladores originarios canacos, independentistas en su mayoría, a una reforma del censo electoral local que el gobierno francés quería aprobar para finales de junio.
El plan busca ampliar el derecho a voto a las elecciones provinciales a quienes llevan viviendo al menos diez años en el territorio.
La normativa actual lo reserva a los electores inscritos en 1998 y sus descendientes, y muchos canacos, que constituyen alrededor del 40% de la población, temen que la reforma diluya su influencia en las instituciones caledonias.
En su visita exprés, Macron abrió la puerta a aplazar la aprobación de la reforma y dar "más tiempo para alcanzar un acuerdo global" entre fuerzas independentistas y las partidarias de seguir en Francia.
Los disturbios llevaron a las autoridades a decretar un estado de emergencia, cerrar el aeropuerto internacional de Numea, imponer un toque de queda y prohibir las reuniones públicas y la venta de alcohol.
El director del órgano que gestiona el aeropuerto internacional de la capital, Charles Roger, dijo a la AFP que permanecerá cerrado a los vuelos comerciales al menos hasta el martes.
Este cierre no afecta a los vuelos enviados desde el martes por Nueva Zelanda y Australia para evacuar a cientos de turistas que han quedado atrapados en el territorio.
El regreso a la calma sigue siendo precario en este territorio colonizado por Francia a mediados del siglo XIX y situado a unos 1.200 kilómetros de la costa este de Australia.
Macron tachó como un "movimiento de insurrección absolutamente inédito" los disturbios que provocaron cientos de heridos y han dejado un panorama de numerosos coches, escuelas y comercios calcinados.
I.Santos--ESF