Los tractores salen a las calles en Francia para decir "No al Mercosur"
Un tractor vierte heno de mala calidad ante la dirección territorial de Bourges, en el centro rural de Francia, para expresar de nuevo la "ira" de los agricultores por las promesas incumplidas y decir "No al Mercosur".
Nueve meses después de una histórica movilización, los sindicatos agrícolas convocaron nuevas manifestaciones para alertar sobre la situación del sector, con el tratado comercial en negociación entre la UE y Mercosur como primer objetivo.
"Este acuerdo es liberticida para nosotros, para nuestra agricultura francesa", asegura Benjamin Pointereau, un agricultor de 38 años, que luce un gorro rojo de Jóvenes Agricultores, que convocó la protesta junto a la FNSEA, primer sindicato del sector.
A bordo de doce tractores, los agricultores comenzaron la jornada ralentizando el tráfico en un acceso a esta ciudad de unos 60.000 habitantes, famosa por su catedral y su festival de música Printemps de Bourges.
Aunque el primer objetivo es denunciar el acuerdo comercial entre los países europeos y Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay, coincidiendo con la cumbre del G20 en Rio de Janeiro, la situación en este simbólico sector también planea.
Al paso de la protesta, que terminó en la calle Espacio Europa del centro de la ciudad, sus participantes siembran carteles con sus temores: "No al Mercosur", "Urgencia Futuro", "Comamos francés", "No hay país sin campesinos" y "Urgencia tesorería".
- "Situación tensa" -
"Hoy hablamos de este acuerdo, porque llega en una muy tensa situación agrícola. A inicios de 2024, hubo movilizaciones y negociaciones interesantes", asegura Denis Jamet, de 58 años y presidente de la FNSEA local.
El gobierno prometió entonces varias medidas como la supresión del encarecimiento del diésel de uso agrícola, ayudas a varios sectores, la suspensión temporal de un plan para reducir el uso de pesticidas o menos trámites administrativos, entre otros.
"Pero, por desgracia, sólo el 30% de estos avances se concretizaron realmente en nuestras granjas. Así que hay muchas cosas por lograr", lamenta Jamet, quien reclama por ejemplo préstamos bonificados con la garantía del Estado.
El departamento de Bourges es un reflejo de Francia, donde conviven productores de cereales, principalmente, con ganaderos y viticultores. Y sus explotaciones agrícolas son cada vez menos numerosas (-17% entre 2010 y 2020), pero cada vez más grandes.
"Si no tenemos un fuerte apoyo para la agricultura, muchas explotaciones se irán a pique", alerta Pointereau, quien asegura que tras la "mala" campaña de 2024, sobre todo a causa del clima, tiene "100.000 euros (105.000 dólares) de pérdidas" en facturación.
"El tiempo ha sido muy malo para cultivos como el trigo, la colza, la cebada y el girasol, con una caída del 40% en los rendimientos (...) Es realmente una crisis dentro de otra crisis", abunda Jamet.
- "Provocar un caos" -
Pese al sentimiento de urgencia y la persistente "ira", las cosechas y siembras todavía en curso, así como un cierto "desánimo", provocaron que menos agricultores se unieran a las protestas en Bourges, en comparación a las vividas en enero.
Pero los sindicatos se juegan también su futuro, de cara a las elecciones profesionales de enero, en las que la Coordinación Rural, segunda organización del sector, busca acabar con la hegemonía de la FNSEA.
A diferencia de los otros sindicatos, la Coordinación Rural expresó su intención de "provocar un caos" para ser escuchados. Este martes, sus agricultores bloquearon la entrada de camiones desde España a la altura de Boulou, en el sur de Francia.
"Vamos a bloquear la A9, así como depósitos de combustible, puertos y centrales de compra. Queremos provocar el caos y una escasez de alimentos", asegura Sergé Bousquet-Cassagne, uno de sus dirigentes.
En Agen, en el suroeste, los manifestantes, con sus inconfundibles gorros y gorras amarillos, vertieron al mediodía basura ante la prefectura, a bordo de un centenar de tractores.
"Estamos aquí para endurecer un poco el movimiento, sin querer necesariamente molestar a la población. Pero, por desgracia, sindicalmente, es lo único que funciona", asegura Patrick Franken, uno de sus candidatos a las próximas elecciones sindicales.
V.Duran--ESF