Italia entra en lo desconocido tras la victoria del partido posfascista de Giorgia Meloni
Italia y la Unión Europa entraron este lunes en un período de incertidumbre tras la victoria en las elecciones legislativas de Giorgia Meloni, a la cabeza de una coalición de extrema derecha y derecha a la que le esperan grandes desafíos.
Tras obtener la mayoría absoluta en el Parlamento, la dirigente de Hermanos de Italia (posfascista) y sus aliados Matteo Salvini de La Liga (antiinmigración) y Silvio Berlusconi de Forza Italia (derecha) intentarán formar un gobierno en los próximos días.
El recuento de los votos confirmó el lunes por la mañana la clara ventaja de Meloni, que obtuvo más del 26% de los votos. Su partido se convirtió en el primero del país, delante del Partido Demócrata (PD, centroizquierda) de Enrico Letta (19%).
Con La Liga y Forza Italia, tendrá una mayoría absoluta en la Cámara de Diputados y en el Senado.
En su primer discurso tras la elección, Meloni prometió "gobernar para todos" los italianos. "Lo haremos con el objetivo de unir al pueblo", sostuvo.
La prensa conservadora estaba exultante el lunes. "Revolución en las urnas", titulaba Il Giornale, el rotativo de la familia Berlusconi. "La izquierda derrotado ¡¡¡(somos) libres!!!", escribió el diario Libero.
"Meloni toma Italia", titulaba La Repubblica, un diario de izquierda que se opuso con firmeza a la líder de Hermanos de Italia durante la campaña. La Stampa por su parte se refirió a "las mil incógnitas" que se abren en Italia tras la "histórica victoria" de la ultraderecha.
"El hecho de que esto ocurra un mes antes del centenario de la marcha sobre Roma y del comienzo de la dictadura de 20 años de Mussolini es una coincidencia: los italianos que votaron por Meloni no lo hicieron por nostalgia del fascismo", pero el factor común entre el autócrata fascista y la señora Meloni es que llegan al poder "al final de un maratón solitario contra todo y contra todos", opinó el diario turinés.
- Desafíos económicos -
El nuevo ejecutivo sucederá al gobierno de unidad nacional liderado desde enero de 2021 por Mario Draghi, el expresidente del Banco Central Europeo (BCE), que tomó las riendas de la tercera economía de la eurozona, hundida por la pandemia.
Draghi negoció con la UE una ayuda financiera de casi 200.000 millones de euros, a cambio de que su país realice profundas reformas económicas e institucionales.
A pesar de lo que estaba en juego, varios partidos que habían aceptado formar parte de su gobierno acabaron derribándolo este verano por motivos puramente electorales, lo que llevó a la convocatoria de elecciones legislativas anticipadas.
"Super Mario", presentado como el salvador de la zona euro durante la crisis financiera de 2008, era visto como una garantía de credibilidad por sus socios europeos, pero la llegada al poder de la extrema derecha nacionalista, euroescéptica y soberanista hace temer una nueva era de inestabilidad.
El nuevo gobierno tendrá que gestionar la crisis provocada por una inflación galopante, mientras Italia ya se derrumba bajo una deuda que representa el 150% del PIB, la más alta de la zona euro detrás de Grecia.
El "spread", es decir la diferencia entre el rendimiento de los bonos a diez años de deuda alemana (referencia en Europa) y el de los bonos de Italia subió 235 puntos este lunes, una señal de la persistente preocupación entre los inversores sobre la deuda de Italia.
C.Abad--ESF