#MeToo: una explosión planetaria
El surgimiento de #MeToo en Estados Unidos desencadenó un movimiento mundial que ha inspirado a muchas mujeres a perder el temor de hablar en público sobre la violencia sexual en sus respectivos países.
He aquí algunos ejemplos de cómo MeToo se extendió por todo el mundo con diversas repercusiones:
Suecia
En este país, a la vanguardia de la igualdad entre mujeres y hombres, #MeToo estremeció hasta la prestigiosa academia sueca que concede los premios Nobel.
El Nobel de Literatura fue pospuesto un año después de la acusación en 2017 de violación y agresión sexual por 18 mujeres del francés Jean Claude Arnault, esposo de una académica.
Desde julio de 2018, una ley sobre el consentimiento sexual considera violación todo acto sexual sin consentimiento expreso.
Esta ley pionera dio lugar a un importante aumento de las acusaciones y condenas por violación, según las estadísticas nacionales.
España
En 2018, la condena por simple "abuso sexual" de cinco autores de una violación colectiva en Pamplona, que se habían filmado y vanagloriado en línea, hizo salir a la calle a decenas de miles de españolas, gritando "Yo te creo hermana".
Los testimonios con la etiqueta #Cuéntalo proliferan desde entonces en las redes sociales.
En 2019, el tribunal supremo reclasificó los hechos a "violación en grupo" y aumentó las penas a 15 años de prisión.
En agosto de 2022, España incorporó a su Código Penal la obligación del consentimiento sexual explícito.
Sudáfrica
En el verano de 2019, una ola de indignación #AmINext "¿Soy la próxima?" agitó las redes después de la violación y asesinato de una estudiante en una oficina de correos de Ciudad del Cabo.
La lucha contra la violencia sexual fue declarada prioridad nacional en ese país, donde una mujer es asesinada cada tres horas y se registran diariamente 110 denuncias de violación.
Túnez
#EnaZeda ("Yo también") aparece en 2019 después del video de una joven que muestra al exdiputado Zuhair Makhluf masturbándose en su coche. El diputado fue sentenciado a un año en prisión.
La palabra clave #EnaZeda provocó una oleada inédita de testimonios de víctimas de acoso y agresiones sexuales.
La oenegé Aswat Nissa ("La Voz de las Mujeres") difundió en Facebook historias anónimas y a cara descubierta. El ritmo de los testimonios se acelera con cada agresión denunciada públicamente.
El movimiento "impulsó a las mujeres a atreverse a hablar y defenderse y redujo la tolerancia hacia el acoso sexual", afirmó la ONG en 2021. Pero "no cambió realmente la mirada de los hombres sobre el acoso y mucho menos la mirada social sobre la sexualidad", indicó.
Israel
La revolución #MeToo afectó a la comunidad cerrada de los ultraortodoxos, donde asociaciones como "Lo Tishtok" ("No te callarás") llevan la voz de las víctimas.
A finales de diciembre de 2021, Chaim Walder, autor de éxito e "ícono" ultraortodoxo, se suicidó tras acusaciones -que rechazó- de crímenes sexuales contra una veintena de personas, entre ellas niños.
Anteriormente, otra figura del mundo ortodoxo, Yehuda Meshi Zahav, fue acusado de agresión sexual y violación de adultos y menores. Falleció en junio tras haber pasado un año en coma luego de un intento de suicidio.
Irán
En 2020, al menos 20 mujeres acusaron a un librero de Teherán de drogarlas y violarlas, lo que desencadenó una ola de testimonios bajo la palabra clave #tadjavoz ("violación").
La vicepresidenta de Asuntos de la Mujer y la Familia alentó a las mujeres a denunciar esos delitos.
Nuevas acusaciones están apareciendo en Twitter que afectan a académicos y artistas.
En julio de 2022, el librero fue condenado a muerte por delito de "corrupción en la Tierra".
Chile
El colectivo LasTesis, creado por cuatro mujeres de 34 años, se dio a conocer durante las manifestaciones sociales de octubre de 2019, gracias a una canción y una coreografía que se volvieron virales.
Su himno, que proclama: "No fue culpa mía, ni dónde estuve ni cómo me vestí... el violador eres tú", recorrió el mundo, siendo cantado por miles de mujeres en París, Barcelona, Bogotá, México, Nueva York y otras ciudades.
En 2020, la revista Time colocó a LasTesis en una lista de las 100 personas más influyentes del mundo.
India
En le marco de #MeToo, J.J Akbar, un exjefe de redación convertido en ministro, fue acusado de acoso sexual por una periodista, Priya Ramani, a la que pronto se le unieron otras colegas en Twitter.
Obligado a dimitir, Akbar perdió su demanda por difamación en 2021.
Decenas de hombres fueron presionados a dimitir en el periodismo, la política, el teatro, el cine e incluso el cricket.
Desde entonces, el movimiento se estancó sin lograr cambiar las reglas de un país conocido por sus violencias sexuales y la rareza de las condenas.
Corea del Sur
En enero de 2018, la fiscal Seo Ji Hyeon relató en la televisión las trabas profesionales que encontró al denunciar el acoso sexual infligido por un superior.
Esta entrevista abrió las compuertas a numerosos testimonios dirigidos a políticos, realizadores y escritores.
Ese mismo año, las mujeres protestaron todos los meses contra el "molka", una moda voyerista que consiste en filmar a mujeres sin su conocimiento en la calle, baños públicos u oficina y difundir estas imágenes robadas.
Pero si el anterior presidente Moon Jae In era sensible a las reivindicaciones feministas, su sucesor Yoon Suk Yeol fue elegido en mayo de 2022, sobre todo por la promesa de cerrar el ministerio de Igualdad de Género.
V.Martin--ESF