La vida diaria, una carrera de obstáculos para el millón de migrantes sin papeles de Irak
Casada desde hace una década, Alia Abdel Razak no tiene contrato de matrimonio ni certificados de nacimiento de sus cuatro hijos. Sin estos documentos oficiales, forma parte del millón de iraquíes para quienes la vida diaria se convirtió en una carrera de obstáculos.
La ausencia de documentos de estado civil "obstaculiza el acceso a los servicios básicos -educación, atención de la salud, seguridad social- y puede restringir la libertad de circulación o aumentar el riesgo de arresto y detención", resume una nota de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR).
Mosul y su provincia, en el norte de Irak, se ven particularmente afectados por el problema.
Al apoderarse de la metrópoli -que transformaron en su "capital" en 2014- los yihadistas del grupo Estado islámico (EI) instalaron su propia administración y expulsaron a las instituciones estatales.
Aunque Irak declaró su victoria contra ellos en 2017, la "pérdida o destrucción" de registros civiles sigue siendo una traba importante cinco años después, según la ONU.
Entre trámites burocráticos agotadores, una extrema precariedad financiera, traumas y el desafío de la reconciliación tras los estragos del EI, los ciudadanos tienen dificultades para hacer valer sus derechos.
Para regularizar su situación, Abdel Razak recibe asistencia gratuita de una abogada del Comité Internacional de Rescate (IRC).
"Los abogados me pedían 300 o 500 dólares", lamenta. "¿Cómo podría pagarles si ni siquiera tengo comida?", explica. Su ruinoso apartamento en Mosul, con colchones en el suelo y ventanas rotas tapadas con cartón, son testigos de su miseria.
Casada en 2012, Alia tuvo su primer hijo en 2013. Viviendo en una zona rural, no registró su matrimonio ni su nacimiento. Ahora lucha por escolarizar a sus hijos y no puede obtener del gobierno los alimentos que tanto ella como su marido carpintero necesitan.
- Cambio de política -
Su abogada inició un procedimiento para legalizar su matrimonio y filiación. Se espera una decisión judicial en enero.
Su hija mayor, Nazek, de casi diez años, acaba de entrar en la escuela, una pequeña victoria.
Otra dificultad para obtener documentos es el sello de los servicios de inteligencia. Con un hermano acusado de vínculos con el EI, Abdel Razak tuvo que hacer el pedido tres veces.
En un Irak que todavía está curando sus heridas tras la derrota del EI, un millón de personas viven con al menos un certificado de estado civil faltante, según las estadísticas de la ONU.
Los contratos de matrimonio contraídos bajo el EI deben ser legalizados y los niños nacidos durante este período reconocidos, explica el portavoz del ministerio de Migración y Desplazados, Ali Jahangir, quien recuerda la destrucción de oficinas de registro civil a causa de las "operaciones militares" y la toma de poder de los yihadistas.
Su ministerio coordina misiones administrativas móviles en los campamentos de desplazados internos para que puedan obtener los documentos que les faltan, añade.
Jordan Lesser Roy, responsable de comunicación en Irak de la ONG internacional IRC, subraya la importancia de sensibilizar todos los niveles del Estado para acelerar los procedimientos.
"Es necesario obtener la aprobación del alcalde (para hacer avanzar el procedimiento), pero también es necesario un cambio de política", subraya, y aboga por más misiones móviles y aumentos presupuestarios a favor de la Dirección de Asuntos Civiles en el ministerio del Interior.
Un informe reciente de varias ONG señala las complejidades adicionales de las familias sospechosas de "afiliación" con el EI.
En el caso de un marido desaparecido o muerto y sospechoso de tener vínculos con los yihadistas, una madre que desea obtener un certificado de nacimiento para su hijo debe a veces proporcionar pruebas de ADN tomadas de familiares y los análisis solo se pueden hacer en Bagdad.
C.M.Diaz--ESF