La ascensión de Benzema desde las afueras de Lyon hasta el Balón de Oro
Un talento forjado con sus amigos del barrio: antes de su prodigiosa trayectoria en el Olympique de Lyon y en el Real Madrid, Karim Benzema dio sus primeros pasos en el Sporting Club de Bron-Terraillon, en las afueras de Lyon, donde el nuevo Balón de Oro regresa regularmente con total "discreción".
"A los ocho años, ya se sentía cómodo con el balón, tenía una buena visión de juego y era muy realista. Se convirtió rápidamente en el líder técnico del equipo", cuenta a la AFP Fédéric Rigolet, entonces joven entrenador adjunto de la categoría, que también se fijó en la "facilidad de integración humana" del niño.
Desde entonces, el ganador del tan deseado Balón de Oro 2022 ha dado muchas alegrías al SCBT, pequeño club con 400 licencias con el que guarda vínculos irrompibles a pesar de su marcha a los ocho años.
"Nos viene a ver casi todos los meses, siempre con mucha discreción. Cuando pasa por el club, le hacemos entrar por una pequeña puerta trasera, o nos le encontramos en la pizzería de su cuñado, no lejos del estadio", continúa Fréderic Rigolet, educador en el club desde hace 30 años.
Hace algunos días, el SCBT colgó sobre un muro de hormigón con vistas a los terrenos del estadio Léo-Lagrange una gran pancarta presumiendo del "orgullo" del club por haber visto pasar por sus filas a "KB9", pero también al internacional tunecino Hamza Raifa, propiedad de la Juventus de Turín, y al joven centrocampista del Toulouse Fares Chaibi, de 19 años.
En aquellos años en los que el Balón de Oro tan sólo era un "sueño de niño" para el pequeño Karim Benzema, sus pequeños pasos en el club de Terraillon fueron tan detonantes como breves.
Después de apenas media temporada, un partido contra el Olympique de Lyon precipitó su destino y su marcha de un club muy modesto para su talento, forjado sobre el asfalto y durante interminables sesiones de juego contra un muro.
"Destacó en el partido (contra el Lyon), marco dos goles y el chico del Lyon dijo 'Hace falta que le veamos'. La temporada siguiente ya estaba en el Lyon", recuerda Frédéric Rigolet.
- "Dio la vuelta a la situación" -
El educador recuerda que a lo largo de los años siguientes "Karim" nunca dejó de ir a jugar al fútbol con sus amigos del barrio. "Hasta entrenaba con nosotros al final de la temporada, porque cerrábamos la temporada un poco más tarde, a principios de julio".
Y el cordón nunca se rompió, incluso cuando los padres del jugador se mudaron al centro de Bron, confirma el director deportivo del club, Joris Daquin.
"Karim, Hamza y Fares nos dan camisetas, vienen a ver a los pequeños. Eso nos da fuerza en un momento en el que el mundo asociativo está en crisis", explica este cuarentañero que se presenta como un "niño del club".
"Quizás Karim no ha hecho tantas donaciones pero su trayectoria y su unión al club han hecho mucho por la reputación de nuestro proyecto, muy volcado en lo educativo, en los valores", continúa Joris Daquin, que supervisa los 27 equipos del SCBT.
Después de haber abandonado Bron, el joven Karim trabajó a la sombra de sus compañeros del centro de formación del Lyon, pero los educadores y entrenadores de "La Academia" siempre elogiaron su lado trabajador y altruista.
"Nunca tuvimos ningún problema con él en el centro de formación ni en el colegio. Era fácil de manejar. Escuchaba y lo aplicaba. Tenía una personalidad discreta, un adolescente que buscaba hacer lo mejor posible", recuerda el entrenador Armand Garrido, que asistió a su ascensión en las categorías inferiores del Lyon.
"En sub-17, estaba a la sombra de Hatem Ben Arfa al principio, pero al final de temporada Karim dio la vuelta a la situación. Desde los 17 años ya jugaba con el equipo reserva y se entrenaba con los profesionales. Y a los 17 años, jugó sus primeros partidos con los profesionales con Paul Le Guen", explica Garrido. Y ese fue el inicio de la ascensión de Karim Benzema.
A.Navarro--ESF