Azerbaiyán propone 14 iniciativas voluntarias para intentar desbloquear las negociaciones climáticas
La presidencia azerbaiyana de la COP29 propuso el martes un total de 14 iniciativas voluntarias para que los casi 200 países que asistirán a la COP29 puedan desbloquear las negociaciones climáticas, atascadas en torno al financiamiento.
Se supone que las naciones deben acordar en la conferencia de noviembre cuánto se debe recaudar para que los países en desarrollo puedan hacer frente al cambio climático, pero las negociaciones formales hasta ahora se han visto empañadas por el desacuerdo.
A dos meses del evento, Azerbaiyán presentó una carta abierta, dirigida a los casi 200 países participantes, en la que detalla catorce iniciativas al margen de las negociaciones, con la esperanza de que "complementen" las conversaciones.
Entre estas iniciativas se incluye pedir a las naciones que observen un alto el fuego durante la cumbre maratónica, comprometerse a reducir el metano de los desechos orgánicos y las emisiones de la industria turística, y comprometerse a aumentar el almacenamiento global de energía.
De cara a la COP29 "las presidencias sucesivas han completado sus programas obligatorios con agendas de acción ... para lograr resultados ambiciosos", escribió Mujtar Babayev, presidente de la COP29.
Entre las iniciativas se encuentra un fondo, propuesto por Azerbaiyán, que tiene como objetivo recaudar dinero para los países en desarrollo a través de donaciones de países y empresas productoras de combustibles fósiles.
Azerbaiyán —ubicado entre Irán y Rusia y altamente dependiente de los combustibles fósiles— se espera que haga la primera contribución a este llamado "fondo de acción para el financiamiento climático".
El fondo necesita 1.000 millones de dólares y 10 países como accionistas para su lanzamiento. Azerbaiyán afirma que ya ha habido interés inicial, pero no ha ofrecido detalles específicos.
Las iniciativas voluntarias en las COP, como los compromisos y promesas no vinculantes, son características de estas cumbres, pero son distintas de las largas y prolongadas negociaciones que producen acuerdos vinculantes, por consenso, con el respaldo de la ONU.
Se supone que la cumbre de este año en Bakú debe acordar cuánto necesitan los países en desarrollo para adaptarse a un planeta en calentamiento, y de dónde debe provenir ese dinero.
Este objetivo reemplazará los 100.000 millones de dólares que los países ricos acordaron pagar en ayuda climática, cada año, a partir de 2020.
Esa cantidad solo se alcanzó por primera vez en 2022, y durante mucho tiempo ha sido criticada por ser muy insuficiente.
El periodo previo a la COP29 ha sido lento, y a dos meses de las deliberaciones finales, las naciones no están más cerca de acordar cuál debería ser la nueva cifra ni quién debería pagarla.
La ONU publicó un documento preliminar a finales de agosto que establece siete opciones generales para un acuerdo financiero, dejando al descubierto las posiciones conflictivas entre las naciones.
D.Serrano--ESF