Los reyes vuelven a la zona devastada en Valencia tras una caótica primera visita
Dos semanas después de una caótica primera visita, los reyes de España regresan este martes a las zonas devastadas por las inundaciones del 29 de octubre, donde continúan las labores de limpieza y búsqueda de desaparecidos.
Medios españoles indicaron que Felipe VI y Letizia tienen previsto acudir a tres de las localidades más afectadas por las riadas que dejaron 227 muertos y más de una decena de desaparecidos: Chiva y Utiel, en la región de Valencia, y Letur, en la vecina Castilla-La Mancha.
Consultada sobre la posible agenda del jefe de Estado y su esposa, la Casa Real se limitó a indicar que durante la mañana del martes anunciará "las localidades que visitan hoy".
En Chiva, una periodista de la AFP observó bastante movimiento policial.
"No me parece mal (que vengan)", pero "tenían que haber venido antes ya, si son la cabeza visible del país", dijo Javier Domínguez, un vecino de 56 años de Chiva, una localidad de 16.700 habitantes al oeste de la ciudad de Valencia que sigue mostrando la huella de la riada, con muchas casas destruidas.
- Insultos y barro -
El 3 de noviembre, cinco días después del desastre, una comitiva integrada por los reyes, el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, y el jefe del Ejecutivo de Valencia, Carlos Mazón, fue recibida con ira en Paiporta, localidad valenciana considerada el epicentro de la tragedia.
El grupo fue blanco de insultos y gritos de "asesinos" y el lanzamiento de barro, palos y otros objetos, en unas imágenes que dieron la vuelta al mundo.
En medio de la tensión, Sánchez fue evacuado y Mazón se retiró poco después, pero los reyes, con la ropa y el rostro manchados de lodo, lograron dialogar con algunas personas antes de marcharse también.
Tras lo ocurrido, anularon el desplazamiento que tenían previsto para esa misma tarde a Chiva, pero la Casa Real lanzó la promesa de regresar.
"Desde el principio (...) hemos querido transmitir el deseo de estar presentes de diversas maneras en todos los lugares afectados", explicó el martes pasado el rey tras reunirse con militares desplegados en las áreas arrasadas por las inundaciones en Valencia.
Con este desplazamiento, los reyes buscan "cumplir con su promesa", porque "en Chiva había mucha gente que les esperaba", y "estar cerca del pueblo en unos momentos de mucha angustia" y brindar consuelo, estima la AFP Vicente Garrido, profesor de Derecho Constitucional en la Universidad de Valencia.
A juicio del analista, el clima ha cambiado desde la primera y caótica visita. "Los ánimos están más calmados. En aquel momento la gente estaba muy, muy nerviosa. En este momento está la cosa más tranquila, aún con el dolor enorme" producto de la tragedia, dice Garrido, que descarta escenas como las del 3 de noviembre.
También ayuda que los reyes "en lugar de marcharse, se quedaron, se acercaron a la gente (...) Aguantaron el barro que les tiraron a la cara", en "un gesto que ha sido muy valorado", apuntó Garrido, para quien la pareja real "va a salir reforzada" este martes.
- "Dar la cara" -
Debilitado por las críticas a las autoridades regionales por haber reaccionado con lentitud al peligro de las fuertes tormentas, el presidente valenciano, el conservador Carlos Mazón, reconoció "fallos" y pidió "disculpas" el viernes pasado, pero rechazó dimitir y mantuvo las críticas al Gobierno central.
El socialista Pedro Sánchez, actualmente en Brasil para la cumbre del G20, tiene previsto informar sobre la gestión de las riadas por parte de su Gobierno el 27 de noviembre en el Congreso español.
"El Gobierno central ha de dar la cara y no esconderse", lanzó el lunes Alberto Núñez Feijóo, el jefe del conservador Partido Popular, principal formación de oposición, a la que pertenece Mazón.
"La rabia y la decepción hay que entenderla dando explicaciones, reconociendo errores, asumiendo responsabilidades", agregó.
En España, país muy descentralizado, la gestión de las catástrofes es responsabilidad de las regiones pero el Gobierno central, a cargo por ejemplo de la agencia estatal de meteorología que alerta de posibles eventos potencialmente devastadores, puede poner medios e incluso asumir la gestión en un caso extremo.
A.Pérez--ESF