La orquesta de Kiev inicia una gira europea con el objetivo de "llegar al alma"
En vísperas de su primer concierto desde la invasión rusa, previsto el jueves en Varsovia, los miembros de la orquesta sinfónica de Kiev esperan que la música cure sus almas atribuladas y contribuya a dinamizar la cultura ucraniana.
Algunos músicos huyeron cuando empezaron a caer las bombas rusas y otros se quedaron, pero tuvieron que abandonar sus hogares y sólo tocan delante de sus familias o en los albergues donde están refugiados.
Pero un concierto el jueves en Varsovia marcará el inicio de una gira europea para esta sufrida orquesta.
"Nuestros conciertos tienen de verdad una misión cultural", indicó a AFP Olexii Pshenychnikov, segundo violín de la orquesta, en uno de los recesos durante un ensayo.
"En Ucrania, decimos que hay un 'frente cultural', esto quiere decir que no escapamos de la guerra, que esta es una arista de la guerra", precisó el joven de 22 años.
Los hombres que son miembros del conjunto se benefician de una dispensa de las autoridades para poder salir del país, ya que la ley marcial vigente prohíbe la salida de los varones en edad de combatir.
Este permiso se extiende hasta el final de la gira. El director de la orquesta, el italiano Luigi Gaggero espera que otras localidades se manifiesten para acoger a la orquesta "quizás hasta que termine la guerra".
Gaggero, que debía viajar a Ucrania el día que comenzó la guerra, destacó que el hecho de poder ensayar juntos ha tenido un efecto estimulante para los músicos, que han estado obligados a pasar varias semanas separados lo unos de los otros.
"No sólo sienten una nostalgia del trabajo. Es una nostalgia de la razón misma de su existencia, que es la música. Es como el aire que respiran y que por fin pueden volver a respirar", contó el maestro.
Muchos viajan con sus familias pero también recordando a otros familiares que están todavía en Ucrania, en un momento en que se intensifican los combates en el sur y en el este del país.
- "Transmitir nuestro dolor" -
Los ensayos están combinados con sesiones de terapia.
Al principio los músicos eran escépticos, según los organizadores que afirman que ahora son cada vez más numerosos quienes participan en las sesiones.
"La música y especial el hecho de poder tocar mi violín, me ayudó a alejarme de la horrenda realidad", declaró Elizaveta Zaitseva, de 25 años, que está estudiando en Nuremberg, en Alemania.
La joven cuenta que ahora puede vivir "en su propio mundo", en el espacio al cual está acostumbrada.
El concierto del jueves va a incluir obras de los compositores ucranianos Maxim Berezovsky, Myroslav Skoryk y Boris Lyatoshynsky y una pieza del creador polaco Henryk Wieniawski.
"Lamentablemente se debe a la guerra, pero así nuestra cultura tiene la oportunidad" de dar a conocer a compositores menos conocidos en Occidente, reconoció Zaitseva.
Para ella, Europa va a enriquecerse si descubre la cultura ucraniana.
En la sede de la Filarmónica de Varsovia, donde los muros están decorados con imágenes austeras de las ruinas de la capital polaca después de la guerra, Zaitseva afirmó que espera que la música les permite "llegar al alma" de la gente.
"Con la música y con el arte, hablamos al alma. Con la música transmitimos directamente al corazón de la gente nuestro dolor y nuestros deseos, nuestras esperanzas", afirmó.
L.M. Del Campo--ESF