La incertidumbre de una vida sin gas ruso sacude a Bulgaria
En un laberinto de cañerías amarillas que emergen de la tierra, el gas ruso llega con abundancia hasta Bulgaria, pero el país está penalizado por Moscú por negarse a pagar en rublos y no puede acceder a este recurso.
En apariencia, la suspensión de las entregas del gigante Gazprom, el 27 de abril, no cambió nada en la estación de compresión de Ihtiman, situada a 60 kilómetros de la capital, Sofía.
El gas sigue fluyendo, la única diferencia importante para este país, que depende en un 90% del gas ruso, es que ahora el hidrocarburo sigue derecho hacia Grecia o hacia Macedonia del Norte.
Tanto Bulgaria como Polonia se negaron a ceder a la demanda del gobierno ruso de pagar en rublos debido a las sanciones occidentales contra Rusia por la guerra en Ucrania, y la empresa rusa reaccionó cerrando el acceso al gas.
En el resto de la Unión Europea (UE) los pagos están previstos para mediados de mayo y se espera que haya más cortes de suministro.
- "¿Cómo van a pagar?" -
El gobierno búlgaro calificó la situación de "chantaje" e insistió en que hay "otras opciones" disponibles para hacer frente a las necesidades del país, que ascienden a cerca de 3.000 millones de m3 de gas.
Las empresas, en cambio, temen que haya problemas de aprovisionamiento y un alza de los precios en este país de la UE, que es uno de los más pobres del bloque, donde la inflación rompe récords.
"Estamos al límite", se quejó Valeri Krastev, propietario de una fábrica de pan de la ciudad de Montana, en el norte del país, que se pregunta cómo va a pagar la gente si vuelven a subir los precios.
Este país, tradicionalmente muy cercano a Moscú, está dirigido por el primer ministro proeuropeo Kiril Petkov, quien prometió acelerar la búsqueda de nuevas fuentes de abastecimiento.
En los últimos días se desplazó a Grecia para inspeccionar los trabajos de un nuevo gasoducto que permitirá que Bulgaria reciba gas azerí en grandes cantidades. También se reunió con líderes rumanos para analizar un proyecto eólico en el mar Negro.
- Reservas para 42 días -
El gobierno también está en negociaciones para comprar a Estados Unidos y a Egipto gas natural licuado, un hidrocarburo muy cotizado en Europa como una alternativa al gas ruso.
Bulgaria tiene un depósito de reserva en Chiren para hacer frente a gran parte del consumo durante 42 días, según Vladimir Malinov, un alto cargo del operador Bulgartransgaz.
Por el momento, el buen tiempo primaveral redujo el impacto en los hogares búlgaros, algunos de los cuales todavía recuerdan un largo corte de gas en enero de 2009, en la peor parte del invierno, debido a una pugna entre Rusia y Ucrania.
Existe un proyecto para diversificar el suministro, pero este no ha avanzado desde entonces.
La decisión de Gazprom es "una ocasión única" para liberarse de la dependencia de los hidrocarburos rusos, estimó Martin Vladimirov, del Centro de Estudios sobre la Democracia, con sede en Sofía.
Pero este proceso no se puede completar en un día, especialmente debido a una maniobra rusa que, según el especialista, buscaría reemplazar a la compañía nacional búlgara de gas por otros intermediarios más costosos. En este sentido, Vladimirov señaló que la empresa húngara MET, que negocia las nuevas entregas, es cercana a la rusa Gazprom.
"Al final, podríamos terminar con una dependencia aún mayor con peores condiciones contractuales" y con gas ruso, advirtió.
L.M. Del Campo--ESF