Los civiles ucranianos en Azovstal esperan un nuevo intento de evacuación
Un nuevo convoy de la ONU debe llegar este viernes a Mariúpol para evacuar a los civiles refugiados en la acería de Azovstal, último foco de resistencia en este puerto del sureste de Ucrania, aunque las denuncias de enfrentamientos ponen en duda la operación.
Las autoridades locales aseguran que unos 200 civiles --entre quienes hay niños -- siguen atrapados en la red de túneles de la siderúrgica, junto a las últimas unidades de defensa ucraniana en Mariúpol.
Rusia había anunciado una tregua de tres días a partir del jueves, pero los militares ucranianos denunciaron que las tropas de Moscú siguen disparando y "violando" los acuerdos.
"Durante el alto el fuego en la zona de la fábrica Azovstal, un vehículo fue tomado por blanco por los rusos con un misil antitanque guiado. El automóvil se dirigía hacia los civiles para evacuarlos", aseguró el batallón ucraniano Azov.
Según los militares ucranianos, "un combatiente murió y otros seis resultaron heridos".
- Quedarse "para siempre" -
Sofocar el último reducto de resistencia en Mariúpol sería una victoria mayor para Moscú, más de diez semanas después de la invasión de Ucrania, que ha sembrado destrucción en las ciudades y dejado millones de desplazados.
Según analistas, esa conquista sería bienvenida antes del 9 de mayo, cuando Rusia celebra con un gran desfile militar en la plaza Roja de Moscú su victoria ante la Alemania nazi en 1945.
Pero Rusia negó que estuviese preparando un desfile en Mariúpol, destruida por semanas de asedio y bombardeos, como temían muchos ucranianos.
"Sin duda habrá rusos ahí, va a haber muchos rusos el 9 de mayo, pero no tengo noticias de ninguna delegación", dijo el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov.
Los separatistas del sudeste de Ucrania informaron que derribaron los letreros en ucraniano y en inglés de Mariúpol reemplazándolos por señalética en ruso.
El control de Mariúpol es estratégico para Rusia ya que crearía una conexión entre las zonas separatistas prorrusas del este y la península de Crimea, anexada por Moscú en 2014.
Las fuerzas ucranianas informaron que las tropas rusas tienen casi rodeada Severodonetsk, la última posición de Kiev en el este, y que tratan de tomarla desde varios puntos.
Un importante cargo de la Cámara Alta del parlamento ruso visitó este viernes Jérson --hasta ahora la única ciudad importante de Ucrania controlada completamente por las tropas rusas-- y afirmó que Rusia permanecerá "para siempre" en el sur de Ucrania.
- Un infierno -
La ONU anunció el jueves que envió un convoy para ayudar a los civiles a escapar del "sombrío infierno" de Azovstal, donde la comida y el agua se están agotando y los cuidados médicos son mínimos.
Se espera la llegada de los vehículos este viernes, en lo que sería la tercera operación conjunta con la Cruz Ruja en Mariúpol.
Ucrania afirma que "casi 500 civiles" pudieron ser evacuados en los últimos días de esta ciudad portuaria.
El viaje para los civiles que pudieron ser rescatados el fin de semana pasado fue largo y a algunos les tomó hasta tres días completar los 230 kilómetros hasta Zaporiyia, bajo control de los ucranianos, debiendo pasar por varios puntos de control rusos.
La vice primera ministra ucraniana, Iryna Vereshchuk anunció que 41 personas - incluyendo 11 mujeres- fueron liberadas en un intercambio de prisioneros con Rusia.
- Discrepancias sobre un embargo al petróleo ruso -
Los países occidentales sostienen una dura presión sobre Rusia, sujeta a una serie de sanciones sin precedentes.
En lo que sería su medida más dura hasta ahora, la Comisión Europea propuso que los 27 países miembros de la UE prohíban gradualmente las importaciones de petróleo ruso.
Pero el primer ministro nacionalista húngaro, Viktor Orban, se opone al embargo y acusó a la presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen, de "atacar" la unidad del bloque.
Además del impacto en el mercado energético, la guerra y las sanciones suponen un duro choque para los precios de los alimentos, ya que tanto Ucrania como Rusia son importantes productores de granos.
Un grupo de 51 países miembros de la Organización Mundial de Comercio, incluyendo la Unión Europea, Estados Unidos y México, se comprometieron a garantizar la seguridad alimentaria en el mundo.
En tanto, los agricultores ucranianos arriesgan sus vidas para trabajar en terrenos sembrados de explosivos.
"Cada día, desde el inicio de la guerra, hemos estado encontrando y destruyendo munición sin explotar", explicó a la AFP Dmitro Polishcuk, uno de los oficiales de un equipo de zapadores en la localidad de Grygorivka.
M.Vargas--ESF