Organismo de monitoreo de guerra afirma que rebeldes entraron en ciudad estratégica siria de Homs
El Observatorio Sirio de Derechos Humanos, un organismo de monitoreo de la guerra, afirmó este sábado que los rebeldes entraron en la ciudad estratégica de Homs, al norte de la capital siria, donde el gobierno aseguró haber establecido un cordón de seguridad impenetrable.
El Ministerio de Defensa sirio desmintió los reportes de la entrada de rebeldes en Homs y describió la situación como "segura y estable". "Nuestras fuerzas armadas están desplegadas alrededor de la ciudad en sólidas líneas defensivas", añadió.
La captura de Homs, la tercera ciudad siria situada 150 km al norte de Damasco, separaría la sede del poder en la capital de la costa mediterránea, un bastión clave del clan Asad, que ha gobernado Siria en las últimas cinco décadas.
Homs sería la tercera gran ciudad tomada por los rebeldes liderados por islamistas tras el inicio de su fulgurante ofensiva el 27 de noviembre, en un vuelco inesperado de la guerra civil que se inició en 2011.
"Estamos viviendo los últimos momentos de la liberación de la ciudad de Homs (...) este acontecimiento histórico que distinguirá la verdad de la mentira", declaró el líder del grupo islamista Hayat Tahrir al Sham (HTS), que lidera la alianza rebelde.
Rami Abdel Rahman, director del Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH), anunció a su vez que "facciones rebeldes entraron en la ciudad de Homs y tomaron algunos barrios".
El observatorio tiene su sede en Reino Unido, pero cuenta con una extensa red de informantes en el terreno.
El comandante de la alianza rebelde, Hasan Abdel Ghani, afirmó en Telegram que más de 3.500 prisioneros de la cárcel" de Homs habían sido liberados.
Aron Lund, miembro del grupo de reflexión Century International, indicó que la pérdida de Homs no implica el fin del gobierno del presidente Bashar al Asad. Pero "sin una ruta segura desde Damasco hacia la costa, diría que se ha acabado como entidad estatal creíble", señaló.
En Damasco, el ministro del Interior Mohamed al Rahmun declaró en la televisión estatal que la capital contaba con un "cordón militar y de seguridad muy fuerte".
"Nadie (...) puede penetrar esta línea de defensa que nosotros, las fuerzas armadas, estamos levantando", subrayó.
La presidencia siria desmintió horas antes los reportes de que el ejército se hubiera retirado de las zonas próximas a la ciudad.
- "Miedo" -
"Nuestras fuerzas han comenzado la fase final de cercar la capital, Damasco", afirmó el comandante Ghani, del grupo islamista HTS.
"Damasco les espera", declaró en Telegram, utilizando su nombre real en vez de su nombre de guerra, Abu Mohamed al Jolani.
"No son ciertas las noticias que afirman que nuestras fuerzas armadas (...) se retiraron" de las posiciones cercanas a Damasco, insistió el Ministerio de Defensa sirio.
El ejército sirio declaró que estaba reforzando sus posiciones alrededor de Damasco, pero también en el sur y en las zonas de Hama y Homs, en el centro.
La situación es difícil de verificar de forma independiente y aunque algunos colaboradores de la AFP están en zonas controladas por los rebeldes, la agencia no tiene en estos momentos reporteros cerca de Damasco.
Habitantes de la capital describieron escenas de pánico en Damasco, con personas precipitándose para retirar dinero o comprar alimentos. "La situación no estaba así cuando salí esta mañana. De repente todo el mundo empezó a tener miedo", señaló Rania, uno de ellos.
A unos kilómetros, el ambiente era totalmente distinto. En un suburbio de Damasco, manifestantes derribaron una estatua de Hafaz al Asad, el difunto padre del actual mandatario, según testigos.
Imágenes de AFPTV grabadas en Hama mostraron tanques y vehículos blindados abandonados, uno de ellos en llamas.
Kharfan Mansour, un habitante de esta ciudad, dijo que estaba "feliz por la liberación de Hama y la liberación de Siria del régimen de Asad".
Bashar al Asad asumió el poder en el año 2000, sucediendo a su padre, que tenía las riendas del país desde 1971.
- Soldados que "huyeron" -
El OSDH y Abdel Ghani afirmaron que los rebeldes se encuentran a menos de 20 kilómetros de Damasco.
El organismo con sede en Reino Unido indicó que las fuerzas gubernamentales perdieron el control de la provincia de Daraa, en el sur del país y cuna del levantamiento de 2011.
También señaló que las tropas evacuaron posiciones en Quneitra, cerca de los Altos del Golán anexionados por Israel.
El ejército sirio anunció que se estaba "redesplegando y reposicionando" en Daraa y en As-Suwayda, otra provincia del sur.
Una fuente de seguridad iraquí dijo a la AFP que Bagdad permitió la entrada de cientos de soldados sirios, que "huyeron del frente" a través del paso fronterizo de Al Qaim. Una segunda fuente cifró la cifra en 2.000 soldados, incluidos oficiales.
Al menos 826 personas, incluidos más de 100 civiles, murieron desde el inicio de la ofensiva el 27 de noviembre, según el OSDH.
La ONU, a su vez, reporta 370.000 desplazados en este mismo periodo.
El enviado especial de la ONU para Siria, Geir Pedersen, pidió "evitar un baño de sangre" y "proteger a los civiles conforme al derecho humanitario internacional".
Las fuerzas de Asad, que cuentan con un importante respaldo militar de Rusia e Irán, nunca perdieron tantas ciudades en tan poco tiempo desde el estallido en 2011 de la guerra civil, que dejó más de 500.000 muertos.
El conflicto dividió al país en zonas de influencia apoyadas por potencias extranjeras.
Rusia, principal aliado del régimen, ha instado a sus ciudadanos a abandonar el país, al igual que Estados Unidos y Jordania.
El apoyo militar ruso, crucial para el régimen en 2015, se ha reducido debido a la guerra en Ucrania, mientras Irán y el movimiento islamista libanés Hezbolá, debilitado por el conflicto con Israel, han enviado refuerzos limitados.
S.Lopez--ESF