La tregua en Gaza, un acuerdo frágil y con muchas incógnitas, advierten los expertos
La tregua entre Israel y Hamás que entró en vigor el domingo en la Franja de Gaza es un acuerdo frágil, con muchas incógnitas y que podría colapsar en cualquier momento, advierten los expertos consultados por AFP.
El objetivo del acuerdo de alto el fuego, anunciado por los países mediadores (Catar, Egipto y Estados Unidos) es el "fin definitivo" de las hostilidades, tras 15 meses de una devastadora guerra en el territorio palestino.
Sin embargo el lunes el nuevo presidente de Estados Unidos, Donald Trump, dijo "no estar seguro" de que la tregua se mantenga y el martes el primer ministro de Catar pidió a Israel y a Hamás que muestren "buena fe" para implementar una paz duradera en el territorio palestino.
El acuerdo prevé el cese de las hostilidades durante una primera fase de seis semanas en la que deberían liberarse 33 rehenes israelíes a cambio de 1.900 prisioneros palestinos.
Pero tras esta etapa no hay ninguna certeza. La segunda fase, que en teoría debe conducir al fin definitivo de la guerra y la liberación de todos los rehenes a cambio de la retirada completa de las tropas israelíes de Gaza, se negociará durante las próximas seis semanas.
"Existe un gran riesgo de que la tregua descarrile" y de que el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, reanude su campaña militar en Gaza", apunta a la AFP Anna Jacobs, del Arabe Gulf States Institute.
"Netanyahu no ha logrado ninguno de sus objetivos estratégicos en esta guerra, en particular la eliminación de Hamás", lo que corre el riesgo de empujarlo a "encontrar un pretexto para sabotear la tregua y continuar la guerra", explica.
Además parece poco probable que Hamás acepte las demandas de desarme de Israel. Al mismo tiempo el movimiento islamista palestino exige el fin del bloqueo de Gaza, que Israel lleva 17 años negándose a levantar.
- "Presión constante" -
La "presión constante" de los mediadores y "en particular de Donald Trump" será esencial para "preservar las fases restantes" de "esta frágil tregua que no pone fin al conflicto", escribe Sanam Vakil, de Chatham House.
La guerra fue desencadenada el 7 de octubre de 2023 por el ataque sin precedentes de Hamás en territorio israelí que dejó 1.210 muertos, en su mayoría civiles, según un recuento de AFP basado en datos oficiales.
De las 251 personas secuestradas ese día, 91 siguen siendo rehenes en Gaza y 34 de ellas han muerto, según el ejército.
En represalia, Israel lanzó una devastadora ofensiva en la sitiada Franja de Gaza, que ha dejado al menos 47.107 muertos, la mayoría civiles, según datos del Ministerio de Salud de Hamás, considerados fiables por la ONU, y ha provocado un desastre humanitario.
Colin Clarke, del Soufan Center, cree que "a corto plazo, la tregua podría durar porque ambas partes necesitan un respiro".
La diplomacia de Catar asegura que los mediadores velan desde en El Cairo por el buen funcionamiento de la tregua y "controlan a diario" las operaciones de intercambio de rehenes por prisioneros, las comunicaciones entre Israel y Hamás, la retirada del ejército israelí, el regreso de los desplazados y la reapertura de infraestructuras esenciales, como hospitales o panaderías
Desde el primer día, la tregua mostró su fragilidad y entró en vigor con tres horas de retraso porqué Hamás tardó en dar la lista de las tres rehenes que iban a ser liberadas ese mismo día.
Durante eses tres horas, los ataques israelíes dejaron ocho palestinos muertos, según la Defensa Civil en Gaza. E Israel terminó liberando a los prisioneros palestinos más tarde de lo previsto.
"La pregunta que surge es si Netanyahu seguirá respetando la tregua después de la liberación de los rehenes", dice Husein Haridi, ex viceministro de Relaciones Exteriores egipcio. Y Clarke advierte que si a largo plazo no hay "un plan viable para un Estado palestino" es posible que estallen nuevos conflictos.
I.Santos--ESF