Sin unidad en el Consejo de Seguridad de la ONU por el incidente migratorio en Melilla
El Consejo de Seguridad de la ONU se reunió este miércoles a puerta cerrada para abordar la tragedia de Melilla que se cobró la vida de al menos 23 inmigrantes africanos que intentaron entrar en el enclave español en Marruecos el 24 de junio, aunque sin definir una posición común, según diplomáticos.
Kenia, el miembro no permanente detrás de la convocatoria del Consejo, redactó una declaración denunciando el sufrimiento de los inmigrantes africanos a lo largo de la costa mediterránea y pidiendo a Marruecos y España una investigación pronta e imparcial.
Pero este texto, que ha despertado reticencias -en particular de Estados Unidos-, no tiene posibilidades prosperar tal como está redactado, según varios diplomáticos. Los miembros africanos del Consejo de Seguridad -Ghana y Gabón, además de Kenia- no mostraron unidad sobre la respuesta que debe dar el Consejo a la tragedia de Melilla, declaró a la AFP uno de los diplomáticos bajo condición de anonimato.
Consultado después de la reunión sobre el tema, el embajador adjunto de Kenia, Michael Kiboino, se negó a comentarlo y aseguró que continuaban las discusiones sobre el proyecto de declaración de su país.
La sesión comenzó con una sesión informativa de Ilze Brands Kehris, asistente del secretario general de derechos humanos de la ONU, lo que en sí mismo fue un evento bastante raro en el Consejo de Seguridad.
Tras salir del Consejo, Kiboino señaló que los inmigrantes africanos habían sido "sometidos a una brutalidad horrible por parte de las fuerzas de seguridad cuando intentaban ingresar al enclave español de Melilla".
La reunión tenía como objetivo que el Consejo de Seguridad exigiera un "trato humano" para los africanos y subraye que existe la necesidad de "abordar la necesidad de seguridad de los africanos que huyen de las guerras y la inseguridad en sus países" respectivos, agregó.
Al menos 23 inmigrantes murieron y 140 policías resultaron heridos, según las autoridades marroquíes, cuando unos 2.000 inmigrantes intentaron cruzar la alta valla de tela metálica que separa Melilla de la ciudad fronteriza marroquí de Nador (norte).
O.Aceves--ESF