Las sombras de la política migratoria de Biden en un año de mandato
El presidente estadounidense Joe Biden llegó a la Casa Blanca con una batería de reformas migratorias bajo el brazo, pero algunas tropezaron con el Congreso en su primer año de mandato.
Después de la línea dura de su predecesor republicano, Donald Trump, Biden prometió una política migratoria "más humana".
"Presenté una propuesta sobre migración que, si la aprobáramos, estaríamos en un lugar totalmente diferente en este momento. Pero no lo estamos porque no tenemos ni un solo voto republicano", declaró Biden el miércoles durante una rueda de prensa de dos horas en la Casa Blanca.
Y es que el presidente demócrata abrió varios frentes: propuso una vía hacia la ciudadanía para 11 millones de indocumentados en un país que lleva 35 años sin una ley de este tipo, pero nunca se votó.
En marzo, la cámara baja del Congreso votó a favor de un proyecto de ley que abre el camino para regularizar a las personas con Estatus de Protección Temporal (TPS) y a unos 600.000 jóvenes acogidos al programa de Acción Diferida de los Llegados en la Infancia, DACA (por sus siglas en inglés), que protege temporalmente de la deportación a indocumentados que llegaron a Estados Unidos siendo niños, conocidos como dreamers (soñadores).
El TPS es un programa temporal y renovable que impide la deportación y da acceso a un permiso de trabajo para ciudadanos extranjeros que no pueden regresar de manera segura a su país debido a desastres naturales, conflictos armados u otras condiciones extraordinarias. En la actualidad se aplica a varios Estados latinoamericanos: Haití, Nicaragua, El Salvador, Honduras y Venezuela.
Al mismo tiempo la cámara baja dio el visto bueno a un texto que facilita la obtención de un permiso de residencia a los inmigrantes que trabajen como empleados agrícolas.
Pero ninguno de estos textos fue votado en el Senado, que se ha convertido en una pesadilla para Biden porque tiene una mayoría muy ajustada e incluso algunos de los senadores centristas se oponen a sus propuestas.
A finales de 2021 el presidente de 79 años volvió a la carga intentando forzar la aprobación de un apartado migratorio que incluyó en su colosal programa social Build Back Better (Reconstruir Mejor). Pero también está empantanado en el Senado.
Si se aprobara, unos siete millones de inmigrantes indocumentados podrían solicitar permisos de trabajo, viajar al extranjero y obtener licencias de conducir. Además, estarían protegidos contra la deportación durante un periodo de hasta diez años.
El arrebato reformista demócrata se estrella contra la oposición del Partido Republicano, todavía bajo fuerte influencia de Trump. Durante el primer año de Biden ha habido "caos en nuestra frontera sur", afirma este jueves en un tuit. "Biden tuvo un primer año de fracasos".
- Frontera sur -
La frontera con México ha dado dolores de cabeza al gobierno, que mantuvo el polémico Título 42, una disposición utilizada desde la era Trump que permite expulsar inmediatamente a los migrantes indocumentados, aunque sean solicitantes de asilo, debido a la pandemia de covid-19.
"La promesa de Biden de crear un proceso seguro y ordenado para buscar asilo en la frontera sigue sin cumplirse por completo, la detención de inmigrantes se ha ampliado, las familias separadas no se han reunido y los retrasos burocráticos han ralentizado drásticamente la aprobación de visas", se queja Jeremy Robbins, director del Consejo Estadounidense de Inmigración (American Immigration Council) en un comunicado.
"¡Los números no mienten! ¡Está claro que con casi 2 millones de personas deportadas y expulsadas ante sus ojos este año la seguridad de nuestras comunidades no ha sido una prioridad!", coincide la oenegé United We Dream.
En la frontera, el gobierno libra otra batalla: los Protocolos de Protección al Migrante (conocidos como "Quédate en México" o MPP) que ha llevado a la Corte Suprema con la esperanza de anularlos tras varios reveses judiciales. Este plan introducido por Trump obliga a los solicitantes de asilo a esperar la resolución de sus casos en México.
El número de personas interceptadas al cruzar la frontera sur desde que Biden fue investido se eleva a 1.855.023, de las cuales 1.387.705 provenían de El Salvador, Guatemala, Honduras y México, según cifras oficiales estadounidenses.
Biden lo atribuye a la pobreza, la violencia, la corrupción y los efectos del cambio climático y ha lanzado un programa de inversiones para atajar el problema mediante oportunidades económicas.
América Latina "no es el patio trasero" de Estados Unidos, sino "el delantero", afirmó el presidente en la rueda de prensa.
Entre los logros de su gobierno destaca la reunificación de 118 familias de inmigrantes de las 370 separadas al llegar a la frontera con México durante el mandato de Trump.
Una política migratoria con más sombras que luces al inicio de un año de elecciones legislativas de medio mandato en las que los demócratas podrían salir malparados.
C.Abad--ESF