Austria pone fin al confinamiento de los no vacunados
Austria anunció este miércoles el próximo levantamiento del confinamiento impuesto a las personas no vacunadas, que de todas maneras pronto serán discriminadas con la entrada en vigor de la vacunación obligatoria contra covid-19.
Desde mediados de noviembre aquellos que no hubieran sido inoculados al menos una vez o que presentasen certificados que confirmen que tienen anticuerpos por una infección reciente, en teoría no tenían derecho a abandonar sus domicilios, salvo para trabajar, comprar alimentos, hacer deporte o consultas médicas.
A partir del lunes, tendrán nuevamente plena libertad de movimiento, pero seguirán excluidos de los restaurantes, hoteles, sitios culturales y deportivos que soliciten certificado de vacunación para ingresar.
Austria optó por esta drástica medida a causa del repunte de casos y un riesgo de saturación de las unidades de cuidados intensivos.
"Se trata de una de las medidas más estrictas que se pueda tomar. Pero, la situación actual en los hospitales" lo exige, declaró ante periodistas el canciller conservador Karl Nehammer, antes de un Consejo de ministros.
"Queremos limitar las restricciones a lo mínimo posible", añadió.
Efectivamente, Austria registra un número muy elevado de nuevos casos, con más de 34.000 anunciados este miércoles, pero la menor agresividad de la variante ómicron genera un debate sobre la flexibilización de las medidas, como han hecho otros países europeos.
Dinamarca proyecta levantar sus restricciones por completo, en tanto Francia y el Reino Unido anunciaron una relajación importante de las suyas.
A pesar de que Austria está soltando un poco de lastre, al mismo tiempo avanza en su proyecto de vacunación obligatoria, medida sin precedentes en la Unión Europea (UE) y rara en todo el mundo.
El Parlamento aprobó esta ley la semana pasada, que entrará en vigor el 4 de febrero. Involucra a todos los mayores de edad, so pena de ser multados con entre 600 y 3.600 euros (entre 680 y casi 4.100 dólares).
Casi el 72% de su población de 8,9 millones de habitantes ha sido inoculada por completo, un porcentaje alto, pero por debajo de los de Francia o España, por ejemplo.
A.Pérez--ESF