Lo que contiene el gran plan social y climático de Joe Biden en EEUU
Impulsar las energías renovables, ofrecer medicamentos más baratos y gravar a las grandes empresas son los principales ingredientes del plan de inversiones de Joe Biden, adoptado este viernes por el Congreso estadounidense.
- 370.000 millones para el clima -
Se trata de la mayor inversión en la historia de Estados Unidos en la lucha contra el cambio climático. El proyecto prevé incentivos financieros para transitar hacia el fin de las energías fósiles, como créditos fiscales para los productores y consumidores de energía eólica, solar o nuclear.
Un estadounidense podrá así recibir hasta 7.500 dólares de créditos fiscales para comprar un coche eléctrico, o ahorrar 30% del costo de instalación de paneles solares en su techo
También se prevén unos 60.000 millones de dólares para la construcción de turbinas eólicas, paneles solares y vehículos eléctricos en el país.
La misma cantidad será destinada para ayudar a los más pobres a lograr una transición energética, por ejemplo vía la renovación de su hogar.
Otras inversiones masivas buscarán reforzar la resiliencia de los bosques ante los incendios que devastan al país y proteger a las zonas costeras de huracanes.
El proyecto debe permitir a Estados Unidos reducir en 40% sus emisiones de Co2 para 2030, en relación a 2005.
- 64.000 millones para la salud -
El segundo capítulo de la ley busca corregir parte de las inmensas desigualdades en el acceso a la salud en Estados Unidos, bajando por ejemplo el precio de los medicamentos.
Medicare, un sistema público de salud destinado, entre otros, a los mayores de 65 años y a los más pobres, podrá por primera vez negociar directamente los precios de algunos medicamentos con las compañías farmacéuticas, con el fin de rebajarlos.
Además la ley prolongará hasta 2025 las protecciones estipuladas en la reforma del seguro médico, más conocida como "Obamacare".
- 15% de impuestos para grandes empresas -
La nueva norma busca asimismo reducir el déficit público por medio de una tasa de imposición mínima de 15% para todas las empresas cuyos beneficios rebasen los 1.000 millones de dólares.
El impuesto apunta en particular a grandes compañías cuya optimización fiscal les permitía hasta ahora pagar mucho menos que la tasa teórica.
Según estimaciones, la medida podría generar unos 258.000 millones de dólares de recursos para el Estado federal en los próximos 10 años.
C.Aguilar--ESF