La fuga de gas de Nord Stream tiene impacto limitado en el clima, según expertos
Las fugas provocadas por explosiones en los gasoductos Nord Stream 1 y 2 en el mar Báltico están expulsando al mar toneladas de metano, un gas especialmente nocivo para el medio ambiente, aunque algunos expertos consideran que no es tan grave.
Los gasoductos quedaron fuera de servicio a causa de la guerra en Ucrania, pero aún almacenaban en su interior importantes cantidades de gas.
Y según las autoridades de Dinamarca, el país más cercano al lugar del incidente, la fuga de gas no se extinguirá hasta dentro una semana "cómo mínimo".
"Si fue deliberado, es un crimen ecológico", declaró Jeffrey Kargel, del Planetary Research Institute de Arizona.
"Pero si bien la cantidad de gas proveniente del ducto es importante, no es el desastre climático que se podría temer", añade.
- ¿Qué es lo que está vertiéndose al mar? -
El gas natural está compuesto principalmente de metano, cuyo efecto de gas invernadero es 28 veces más importante que el de CO2 a 100 años vista.
Está considerado como el responsable de un tercio del calentamiento del planeta. Pero su duración en la atmósfera es relativamente corta, unos diez años, en lugar de las décadas o centenares de años en el caso del CO2.
Al entrar en contacto con el agua, una parte de ese metano se oxidará y se transformará en CO2, explica Grant Allen, profesor de Física Atmósferica de la universidad británica de Manchester. "Pero teniendo en cuenta la potencia de la fuga, la mayoría del gas llegará a la superficie en forma de metano", advierte.
- ¿Qué cantidades? -
Esa es la principal incógnita. Expertos y ONG intentan calcular el contenido que se hallaba bajo presión en los gasoductos en el momento de la explosión.
Una estimación, citada por el profesor Allen, calcula el contenido del Nord Stream 2 en 177 millones de m3.
La ONG Greenpeace se basa en una estimación similar para calcular que las fugas podrían llegar a representar el equivalente de 8 meses de emisiones de gas de efecto invernadero en Dinamarca.
Paul Balcombe, profesor honorario del Departamento de Ingeniería Química del Imperial College de Londres, estima que los gasoductos contienen entre 150 y 300 millones de m3.
"Es poco probable que la totalidad del contenido vaya a fugarse", estimó este experto.
Pero si uno de los gasoductos se vacía totalmente, eso equivaldría a la peor fuga de gas jamás registrada en Estados Unidos, en 2015, en la reserva californiana subterránea de Aliso Canyon.
Lauri Myllyvirta, analista del Centro de Investigación sobre la Energía y el Aire Puro estima que entre 180.000 y 270.000 toneladas podrían ser enviadas a la naturaleza, según la presión en los ductos.
Una cantidad significativa, pero que solo representa aproximadamente el 1% de las emisiones anuales de metano del sector de hidrocarburos en Rusia, estimadas en 18 millones de toneladas en 2021 por la Agencia Internacional de la Energía (AIE).
Algunos ecologistas señalan sin embargo que el episodio puede ser visto como una carta a favor para acelerar la transición energética.
- La comparación con las emisiones mundiales -
La AIE ha denunciado a menudo las cantidades enormes de metano que se escapan cada año de las instalaciones de producción de energía de origen fósil en todo el mundo.
Para 2021 la agencia había estimado que esas fugas mundiales equivalían a la totalidad del consumo de gas del sector energético en Europa.
Y las infraestructuras gasísticas mundiales, a menudo sin suficiente mantenimiento, pierden aproximadamente el 10% del gas que transportan.
Las fugas de Nord Stream tendrán a nivel local "un efecto invernadero inmediato, así como sobre la calidad del aire", explica Piers Forster, director del Centro Internacional Priestley para el clima, en la universidad británica de Leeds.
A nivel mundial, apenas representan el equivalente a dos horas y media de emisiones, explica Jeffrey Kargel.
M.Hernández--ESF