COP16 equiparó la biodiversidad a la "importancia" de la crisis climática: presidenta Muhamad
La COP16, que se celebra en la ciudad colombiana de Cali, logró "subir el perfil político" de la biodiversidad y "equipararlo" con la relevancia de la crisis climática, dijo la presidenta de esa cumbre de Naciones Unidas, Susana Muhamad, en una entrevista con la AFP este lunes.
"Yo creo que ya logramos un primer objetivo que fue subir el perfil político de la COP de biodiversidad, y el tema de la biodiversidad equipararlo con la importancia y su relación con el tema climático", aseguró la también ministra de Ambiente de Colombia.
Las COP sobre biodiversidad han estado a la sombra de las conferencias sobre el clima, a pesar de los reiterados llamados de los científicos y la sociedad civil para liderar la lucha contra estas dos crisis que amenazan el planeta y la prosperidad de la humanidad.
Pero el acuerdo de Kunming-Montreal, que en la COP15 estableció una hoja de ruta mundial para detener la destrucción de la naturaleza de aquí a 2030, ha cambiado el panorama. Uno de los textos que se negocia actualmente en Cali pretende vincular los trabajos de las distintas COP, para garantizar que la lucha contra el calentamiento global no se haga a expensas de la flora y la fauna.
En una jornada que anticipaba agitada, la ministra hizo un llamado a los países ricos a "estar abiertos a escuchar" la posición "del mundo en desarrollo" y no tomarla como "una especie de terquedad".
La 16ª Conferencia de las Partes (COP16) del Convenio sobre la Diversidad Biológica de la ONU ha atraído a Cali, en el suroeste colombiano, a un número récord de 23.000 delegados inscritos y unos 1.200 periodistas, según los organizadores.
El martes, seis jefes de Estado y 115 ministros se unirán a la cumbre en uno de los países más biodiversos del mundo.
Rodeada de su equipo, Muhamad bromeó sobre las vertiginosas jornadas y su agenda sin descanso, más apta para "inteligencia artificial" que para humanos.
- "Más financiación" -
Bajo el lema "Paz con la Naturaleza", la COP16 tiene la urgente tarea de idear mecanismos de seguimiento y financiación para alcanzar los 23 objetivos de protección de la naturaleza de la ONU acordados en Canadá hace dos años.
Muhamad explicó que el Fondo Marco Mundial para la Biodiversidad (GBFF), acordado en la COP15, es "operativo", pero "necesita más financiación".
Para desbloquear más fondos, "serviría mucho que los países desarrollados aumenten los mensajes que muestran que sí van a cumplir la meta de financiamiento al desarrollo" antes de que termine la COP16, apuntó.
Varios países en desarrollo han pedido la creación de un esquema de financiación diferente que no dependa del Fondo para el Medio Ambiente Mundial, al que dicen que es difícil acceder.
"Ya vamos entrando a la recta final de la COP, donde llegará un momento en que la presidencia, si no han logrado las partes ponerse de acuerdo, pues tiene que intervenir", advirtió Muhamad.
El domingo, el jefe de la ONU, António Guterres, había instado a los 196 signatarios del convenio sobre biodiversidad a "pasar de las palabras a los hechos" y engordar el GBFF.
- "Cocinemos la sopa" -
La COP16 es el escenario para estimular la aún tímida implementación de lo acordado en Canadá, mediante una serie de decisiones de aquí al viernes. Pero las discusiones están estancadas por el recurrente tira y afloja financiero entre países ricos y en vía de desarrollo.
Muhamad hizo un llamado a las partes a superar "las tensiones" y no "perder la oportunidad" de llegar a acuerdos para salvaguardar la biodiversidad antes de que sea muy tarde.
Ministra de Ambiente del primer gobierno de izquierda de Colombia, la presidenta de la COP16 destacó el papel de los indígenas como "guardianes de la naturaleza" y pidió "un diálogo más equitativo", teniendo en cuenta sus conocimientos ancestrales.
"Tenemos todos los ingredientes de la sopa y podemos tomar dos decisiones: cocinemos la sopa o digamos 'no, sigamos viendo si necesitamos más ingredientes'. Yo digo que hay una oportunidad", aseguró Muhamad junto a una imagen de Malpelo, una remota isla rocosa y edén para especies marinas amenazadas del Pacífico colombiano.
Hasta ahora, los países han aportado unos 250 millones de dólares a estos esfuerzos.
Los miles de participantes en la COP16, que van de una sala a otra bajo el calor húmedo y el ambiente tropical del centro de conferencias, discuten los numerosos rumores sobre las promesas que se esperan de los países ricos.
Aunque el grueso de la ayuda de las naciones en desarrollo no pase por este joven fondo, tiene una importancia simbólica crucial. En la COP15, los países desarrollados se comprometieron a destinar 20.000 millones de dólares anuales a la biodiversidad para 2025 y 30.000 millones para 2030. En 2022, disponían de 15.400 millones, según la OCDE.
G.Alamilla--ESF